Revista Cultura y Ocio

Segundas partes nunca fueron buenas…

Publicado el 22 mayo 2017 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

Segundas partes nunca fueron buenas…

Si el primer amor es el mejor, único e irrepetible ¿Estamos condenados a un amor de "segunda clase" tras el divorcio?

La gente habla del amor poniendo etiquetas, como si hubiese categorías y las relaciones pudiesen clasificarse en amores de segunda o amores de primera.

Los "rollos de una noche" seguro que no pasan de Tercera Regional...

Yo también creía que el primer amor sería el importante, el intenso, el que me enseñaría todo lo que ahora ya sé y que jamás en la vida volvería a tener nada igual.

En parte es verdad, puesto que me lo ha ensañado casi todo, desde lo que no quiero hasta lo que sí me gustaría volver a tener.

Una vez leí un artículo sobre las "segundas parejas", que me hizo dudar de mis propias convicciones: Segundas partes nunca fueron buenas y que nada supera a la figura de tu ex.

Nos venden la maravillosa idea de "rehacer" nuestra vida después de un fracaso matrimonial, como si fuese un derecho o incluso una obligación.

Inconvenientes de una segunda pareja:

Segundas partes nunca fueron buenas…

Lo que no nos cuentan, es lo que implica ese término ni lo complicado que es "rehacer" una vida que no puedes borrar, con unas cargas emocionales y económicas que tienes que mantener y con la mochila que cada uno de los miembros de la nueva pareja puede traer.

Nos parecerá algo moderno, pero lo que hoy se llama "familia reconstituida" y una nueva especie de familias fruto de nuestra generación, tuvo ya una película que nos narra las vicisitudes de las segundas parejas a modo de comedia (Tuyos, míos y nuestros 1968)

Si ya es complicado aguantar a tu ex... imagina aguantar a la ex de tu pareja (eso es un pulso a la paciencia). Lo mismo ocurre si te toca lidiar con los hijos de otra ¿verdad?

No creo que resulte tan fácil encontrar a alguien que acepte tu situación y tus limitaciones de padre o madre divorciado con hijos.

Y es que no todos queremos formar "La tribu de los Brady", aunque tristemente intuyo que muchos acabaremos protagonizando un show al estilo "Modern Family".

Segundas partes nunca fueron buenas…

Pensaba que la experiencia de un divorcio nos haría más sabios, aunque lo que nos ha vuelto es quizás más egoístas.

Entendiendo como madurez esa mezcla de edad que va unida a la experiencia, no es igual en casi nada al primer amor, al primer novio, al primer marido o incluso al primer ex.

Ventajas de una segunda pareja:

La primera relación importante en nuestra vida, nos enseñará muchas cosas pero también es cierto que debido a la falta experiencia metemos la pata en numerosas ocasiones.

No todos sabemos pedir perdón a nuestra pareja (hay quién jamás pedirá perdón a nadie) ni sabemos cuidarla, ni sabemos mantenerla ilusionada...

Con el segundo amor, se supone que cuidaremos los detalles pues sabemos que son importantes para que la "monotonía" que apagó la llama en la primera relación no sea la culpable de apagar la segunda.

Buscamos puntos de unión con nuestra pareja y realizamos actividades juntos para que la distancia que pudo separar a otras parejas por no tener "cosas en común" no haga una brecha en nuestra relación y nos apuntamos a clases de pádel, clases de cocina o a cualquier cosa que nos haga pasar tiempo con nuestra pareja.

Todo lo hacemos con mucha más cabeza, siendo conscientes del trabajo que supone mantener feliz a la persona que tenemos cerca.

Es cierto que el primer amor es más visceral, más arriesgado, más puro...

Sí, puede que sea muchas cosas y que tenga elementos que hagan de esa primera relación la más importante (porque hay hijos en común, porque hay nexos de unión económica...) pero no necesariamente por ser la primera es la mejor.

¿Acaso la nueva pareja quedará relegada a una segunda categoría? ¿Será tu segundo marido o un marido de segunda?
Segundas partes nunca fueron buenas…

En vista de semejante etiqueta, cualquiera evitará tener un compromiso que no sea de primera.

Obviamente yo también quiero jugar en la Champions Ligue!!!!

No sabemos amar y supongo que eso nos ocurre porque a amar también se aprende.

Creo que las "segundas parejas" pueden ser incluso más importantes que las primeras, ya que hemos aprendido algo de la lección anterior y no cometeremos los mismos errores.

Eso no quiere decir que no podamos equivocarnos y tampoco garantiza el éxito de una relación.

¿Funcionan las segundas parejas?

Las estadísticas ofrecen cifras desalentadoras: el 73% de los segundos matrimonios acaba en divorcio...

Este dato nos hace plantearnos muchas cosas y lo que más sorprendente es llegar a creer que no existe, no existirá o no conoceremos nunca esa frase de cuento: "felices para siempre".

La sociedad nos ha dejado libertad para elegir con quién estar, para probar todas las modalidades de pareja existentes: parejas tradicionales, homosexuales, poliamor, rollos de una noche, amigovio (o follamigo de toda la vida), aplicaciones en nuestro teléfono que nos ofrecen sexo a la carta sin compromiso alguno...

¡Será por opciones!

Lo que no entiendo es lo siguiente: Si se supone que somos más sabios, más maduros, más expertos y mejores parejas... ¿Por qué las cifras revelan que no triunfará nunca el amor?

Segundas partes nunca fueron buenas…

Nos venden el "divorcio" como si fuese un anuncio de Mediamark (yo no soy tonto...) Divórciese ya!!! Es muy barato y fácil... Así que podremos casarnos y divorciarnos las veces que nos dé la gana porque aparentemente las consecuencias se asemejan a las de comprar una lavadora.

Me costó asumir que había una vida esperándome después del divorcio, pero al final comprobé que era posible ser feliz después de un fracaso sentimental de cierta envergadura.

Y justo cuando creía que podría volver a tener una vida normal, me encuentro con miles de datos que apuntan al divorcio en el 73% de todas las uniones...

La mitad de los matrimonios acabará en divorcio antes de cumplir su décimo aniversario.

De todos esos divorciados (hombres y mujeres) más del 35% volverá a casarse y su segundo matrimonio durará menos que el primero, por lo tanto empiezo a dudar sobre el poder del amor para inclinarme más en el poder del dinero, de la dependencia, de las relaciones de conveniencia, el miedo a la soledad...

Todo apunta a esto: Al fin del amor.

Porque si falló una vez y ahora nos dicen que puede fallar dos (o hasta doscientas veces) ¿Cuántas relaciones necesitamos para encontrar a la persona correcta?


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