Revista Sociedad

Sanitarios y actitudes ante la crisis

Por Hijosdeevayadan

Con la que está cayendo, y lo que al parecer falta por llegar, reconozco en esta mañana de domingo cierta tentación de retirada a los cuarteles de invierno, tal y como confiesa desde ATensión Primaria José Luis Quintana en Winter is coming.

 Sanitarios y actitudes ante la crisis

Javier Padilla, parafraseando a (Bertolt Brecht) Martin Niemöller, esboza certeramente un sombrío panorama si tod@s sucumbiésemos a este tipo de tentaciones:

Primero dejaron sin asistencia sanitaria a los inmigrantes indocumentados, pero como yo no era inmigrante indocumentado, no me importó. Después dejaron sin asistencia sanitaria a los mayores de 26 años que no hubieran cotizado nunca, pero como yo no era mayor de 26 años que no hubiera cotizado, tampoco me importó. Luego fueron a precarizar los salarios y condiciones de trabajo de los médicos interinos y de los residentes, pero como yo (ya) no era médico interino ni residente tampoco me importó.

Más tarde convirtieron los hospitales públicos en concesiones a empresas privadas e instituyeron por ley las colaboraciones público-privadas, pero como yo seguía cobrando igual, tampoco me importó. Después impusieron copagos en los medicamentos a los jubilados y aumentaron los del resto de la población, pero como yo estaba sano y no consumía medicamentos, tampoco me importó. Ahora vienen a por mi, a por mi trabajo y a por lo que queda del sistema sanitario público de la sociedad en la que trabajo y habito, pero ya es demasiado tarde.

Por eso, en medio de lamentos y quejas, siento y creo que es, por encima de todo, tiempo de ponerse manos a la obra; hay quienes ya lo han hecho, tal y como nos cuenta Javier Segura del Pozo en Salud Pública y algo más:

En esta última semana, se han puesto en marcha dos iniciativas que pretenden dar cauce a la creciente objeción de conciencia que una parte de los profesionales sanitarios sienten ante las recientes medidas del gobierno (Real Decreto-Ley 16/2012), que cambian el carácter universal del sistema, limitando especialmente (y con implicaciones dramáticas) la cobertura asistencial a los  inmigrantes que viven en nuestro país sin permiso de residencia. La primera es de la Sociedad Española de Medicina Familiar Y Comunitaria (SEMFYC), que bajo el lema atendemos a personas, no a asegurados, crea la Red de Médicos de Familia por la Objeción de Conciencia. La segunda es la plataforma Yo SÍ, Sanidad Universal, impulsada por una serie de usuarios y trabajadoras del Sistema Nacional de Salud (SNS), que están organizando una campaña de desobediencia civil que incluye, entre otros materiales e iniciativas, manuales, modelos escritos de desobediencia para personal sanitario y administrativo y redes de acompañamiento a usuarios excluidos del derecho a asistencia a los centros sanitarios.

 


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