Revista Solidaridad

Retos desde la esperanza

Por Iñaki Iñaki Alegria @InyakiAlegria

Retos desde esperanza

Retos desde la esperanza

“Retos desde la esperanza, salvar la vida de Jamila y todas las Jamilas que se crucen en nuestro camino” “Al Sur de Etiopía, en una región rural y con muy pocos recursos económicos, se encuentra el Hospital de Gambo, hospital misionero que ofrece asistencia sanitaria a todos los habitantes de la región e incluso recibe a las personas más pobres de zonas alejadas al tratarse de uno de los hospitales más baratos del país. La población padece desnutrición severa, deshidratación, malaria, tuberculosis, sida, neumonía, meningitis, y son los niños la población más vulnerable y afectada” Viendo las fotos de Jamila, se me vino a la memoria este ser tan pequeñito, frágil como un cristal, los ojos cerrados y hundidos, dentro de una incubadora.
Me quedé mucho rato mirándolo, intentando con mi corazón poder insuflarle vida y salud. De pronto, abrió los ojos y los mios se llenaron de lágrimas….
Porque, a veces, la esperanza da vida y la fortalece, porque no son milagros, es el amor que todo lo puede.

Para la pequeña Jamila, para todas las Jamilas, este poema que explica cómo nos sentimos, me siento, tan lejos pero tan cerca.

“Duele,
la mismísima angustia
en las almas de nuestros cuerpos
cerca y a distancia.”
Fragmento del poema “Mi dolor” de la poetisa mozambiqueña Noémia de Sousa, ya fallecida

Casi el 40% de la población etíope sobrevive con menos de 1,90 dólares al día, estando entre los 20 países más pobres del mundo según informes del Banco Mundial.
En la Etiopía rural, la realidad es mucho más cruda. Se sigue sembrando como hace siglos, arando con bueyes, las condiciones de salubridad son aún muy precarias y con un acceso limitado al agua potable. Pocas fuentes podemos encontrar por las aldeas, salvo las que construyen ONGs con proyectos dirigidos a mejorar la calidad de los habitantes de esas zonas.

El día 14 de Mayo pasado comenzó una historia de lucha y, cómo no decirlo, de esperanza:
Tuit de Xavier Aldekoa:https://twitter.com/xavieraldekoa/status/995914809471356928

“Paso la noche en vela en una maternidad en una zona rural de Etiopía. Las embarazadas llegan en carro o en burro. Durante la noche, bebés prematuros, cesáreas, madres sufriendo y médicos o enfermeros que se dejan la piel. No copan titulares, pero hay mucha gente buena en África”

Nace una niña y el padre, nervioso, me abraza cuando le aseguran que el bebé y la madre están bien. Al cabo de unas horas, las cosas se tuercen. Infección y parada cardíaca. La madre llora cuando los médicos se llevan a la niña. Ahora está estable, pero ha pasado algo:
Se ha ido la puta luz. En el 1er mundo eso supone una molestia, aquí que la incubadora donde han metido a Jamila (así se llama la niña) se apague cuando deje de tronar el generador del hospital. No hay dinero para mantenerlo encendido de noche, así que simplemente se apagará.
Por cierto, como van desbordados, en la incubadora de al lado han metido a dos bebés juntos. Uno pesa 1’5kg. El otro 1kg 200 gramos. Si no vuelve la luz, los sacarán por la noche y los llevarán con sus madres. Y a cruzar los dedos.
Desespera ver a los médicos bajar la mirada. Si tuvieran un generador pequeño para la unidad de intensivos, podrían dejar las incubadoras encendidas. Pero solo hay un generador para todo el hospital; demasiado caro mantenerlo encendido. “Si no vuelve la luz, lo tendrán difícil”.
Jamila no tiene ni 24h de vida y ya tiene que luchar porque es pobre. Contra cortes de luz y falta de medios -dos enfermeras cuidan a 90 niños hoy- y porque no hay gasofa para su incubadora. Etiopía es un país genial, pero aquí los pobres 1º sobreviven; luego quizás viven”

Después de recibir la historia de la pequeña Jamila, publicada en la red social Twitter, conmovernos con sus palabras, fueron horas de nervios, de insomnio, de mensajes a Iñaki esperando la siguiente noticia….
Con la ansiedad que, y perdonad esta referencia a mi, no solo como madre, sino como persona; quienes conocemos de primera mano el trabajo que se hace en el Hospital Rural de Gambo, el esfuerzo diario y muchas veces sin recursos suficientes, los desvelos, el amor, calidez, empatía y cuidado por los más vulnerables, no podemos estar más orgullosos de la visita de Xavier Aldekoa por darnos tanta visibilidad.

La historia de Jamila es la de tantos niños y niñas africanos que necesitan visibilidad, necesitan vivir; niños y niñas que no eligen dónde nacer, pero que merecen las mismas oportunidades que cualquiera de nosotras, merecen un mejor futuro.
La necesidad de recursos, no solo por la llegada de la pequeña Jamila, sino por los 90 pequeños seres pequeñitos que tenemos hospitalizados al día de hoy, nos animó a crear un reto, un sueño lleno de esperanza, por ella y las mil y un Jamilas que llegaran a nuestras puertas.

Os invito a colababorar, cualquier aporte cuenta por pequeño que os parezca:

Este es el reto, que apoya Xavier Aldekoa con la generosidad que le caracteriza:

“Necesitamos ayuda para comprar medicamentos, cilindros de oxígeno y materiales indispensables para tratar bebés”

Cada grano cuenta, agradecemos difusión en RRSS, toda ayuda es bienvenida.
En este link podeís conocer el trabajo de ASF en el Hospital de Gambo, las necesidades prioritarias y cómo podéis colaborar:

https://www.migranodearena.org/reto/18599/una-oportunidad-para-mil-jamilas Mil gracias de corazón a mi querido amigo Iñaki por permitirme escribir estas modestas y humildes palabras, escritas con el corazón y desde lo más profundo de mis entrañas.

Mamen Páez @MamenPG_

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