Revista Cultura y Ocio

¡Qué bello es vivir!

Publicado el 25 diciembre 2014 por Clementine
¡Qué bello es vivir!
Hola a todos. Mi nombre es Clarence y soy un ángel. Sí, claro, del cielo. Estoy aquí para contaros una maravillosa historia...
¡Qué bello es vivir!
... La historia de una preciosa película en forma de fábula. Todo empezó allá por 1946…
¡Qué bello es vivir!
… y de la mano de Frank Capra, uno de los más grandes fabulistas de la historia del cine. Nacido en Sicilia, Frank llevaba tras las cámaras como director desde el aún silente 1922, y ya nos había dejado títulos hoy tan clásicos como “El hombre cañón”, “La jaula de oro”, “La locura del dólar”, “Dama por un día”, “Sucedió una noche”, “El secreto de vivir”, “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada”, “Juan Nadie”, “Arsénico por compasión”… Qué maravilla, ¿verdad? 
¡Qué bello es vivir!
¡Qué bello vivir!” se inspiraba en “The greatest gift”, cuento escrito en 1943 por el autor americano Philip Van Doren Stern, a partir del cual Frances Goodrich, Albert Hackett y el propio Frank Capra escribían el guión. También participaron en el mismo Jo Swerling y Michael Wilson, así como Dalton Trumbo, Dorothy Parker, Marc Connelly y Clifford Odets. Menudo plantel de guionistas. 
La película venía redondeada con la fotografía de Joseph F. Biroc, Joseph Walker y Victor Milner, la dirección artística de Jack Okey, el montaje de William Hornbeck… 
¡Qué bello es vivir!
… y una banda sonora firmada por Dimitri Tiomkin, mágico compositor ruso que ya había trabajado con Frank Capra en títulos como “Horizontes perdidos”, “Vive como quieras”, “Caballero sin espada” o “Juan Nadie” y nos había dejado también otros como “Lobos del norte”, “Sólo los ángeles tienen alas”, “El forastero” o “La sombra de una duda”.
¡Qué bello es vivir!
George Bailey… el hombre más rico de la Tierra, os lo puedo asegurar. El bueno de George venía interpretado en la pantalla por otro pedazo de pan llamado James Stewart, aunque no fue este actor la primera opción para interpretarlo.
El papel de George Bailey fue originalmente pensado para Cary Grant, pero cuando Frank Capra heredó el proyecto reescribió el personaje adaptándolo a James Stewart. Ah, y su gran amigo Henry Fonda fue también considerado anteriormente para este papel.
¡Qué bello es vivir!
Natural de Indiana (Pennsylvania), James Stewart llevaba a toda pantalla desde 1935. El público americano ya le había visto en títulos como “Rose Marie”, “Nacida para la danza”, “Ella, él y Asta”, “Ardid femenino”, “Arizona”, “El bazar de las sorpresas”, “Historias de Filadelfia” o “El arca de oro”.
¡Qué bello es vivir!
James había sido también ya dirigido por Frank Capra en otros dos títulos: “Vive como quieras” y “Caballero sin espada”. “¡Qué bello es vivir!” suponía su primera película tras su participación en la Segunda Guerra Mundial y no tenía muy claro el aceptar o no este papel. Lionel Barrymore le convenció para que lo hiciera. Bendito seas, Lionel.
¡Qué bello es vivir!
¡Qué bello es vivir!” fue siempre la película preferida de Stewart entre todas las de su extensa filmografía. También era la favorita de Frank Capra. 
Para el personaje de Mary Hatch, la mujer de George Bailey, se pensó en un primer momento en Jean Arthur, que ya había sido pareja de Stewart en “Caballero sin espada” y “Vive como quieras”, ambas dirigidas por Frank Capra. Jean no pudo aceptar por encontrarse trabajando en una obra en Broadway. Fueron también consideradas otras actrices como Olivia de Havilland, Martha Scott, Ann Dvorak o Ginger Rogers.
¡Qué bello es vivir!
Finalmente fue elegida Donna Reed, guapísimo rostro que llevaba en el cine tan sólo desde 1941 y había aparecido ya en títulos como “La sombra del hombre delgado”, “Chicos en Broadway”, “La comedia humana”, “El retrato de Dorian Gray” o “No eran imprescindibles”.
¡Qué bello es vivir!
El de Mary Hatch fue el primer personaje protagonista de Donna. Para mí, y seguro que para todos vosotros, será siempre la maravillosa mujer de George Bailey. 
Para el personaje del Sr. Potter fue considerado Edward Arnold, que ya había interpretado magníficamente al Sr. Kirby en “Vive como quieras”. Otros nombres que se barajaron para el Sr. Potter fueron los de Charles Bickford, Edgar Buchanan, Louis Calhern, Victor Jory, Raymond Massey o Vincent Price.
¡Qué bello es vivir!
Muy, muy, muy afortunadamente para la historia del cine, fue elegido Lionel Barrymore, uno de los más grandes actores de la escena teatral y de la gran pantalla, y esto sin exagerar, que llevaba en el cine desde 1908 y al que los espectadores americanos conocían muy bien por títulos como “El carnet amarillo”, “Mata Hari”, “Remordimiento”, “Gran hotel”, “Rasputín y la zarina”, “Cena a las ocho”…
¡Qué bello es vivir!
… “La isla del tesoro”, “David Copperfield”, “La pequeña coronela”, “Margarita Gautier”, “Capitanes intrépidos”, “Piloto de pruebas”…
¡Qué bello es vivir!
… y, por supuesto, como el maravilloso abuelo Vanderhof de “Vive como quieras”.
¡Qué bello es vivir!
Lionel fue elegido para el personaje del Sr. Potter porque anteriormente había sido el Ebenezer Scrooge del “Cuento de Navidad” de Charles Dickens en la dramatización de radio de aquella época. Así que era más que adecuada su elección como el malvado Sr. Potter de “¡Qué bello es vivir!”. Como era de esperar, bordó esta composición. Qué grande, qué grande... Inmenso.
¡Qué bello es vivir!
Otro grande, Thomas Mitchell, nos deleitaba con su personaje del Tío Billy, sin duda uno de los más entrañables de su carrera cinematográfica…
¡Qué bello es vivir!
… que comenzaba allá por 1923 y lucía ya títulos como “Horizontes perdidos”, “Huracán sobre la isla”, “La diligencia” (maravilloso aquí), “Sólo los ángeles tienen alas”, “Caballero sin espada”…
¡Qué bello es vivir!
… “Lo que el viento se llevó” (inolvidable), “Esmeralda, la zíngara”, “Hombres intrépidos”, “Seis destinos”, “El sargento inmortal”, “El forajido” o “Las llaves del reino”. 
¡Qué bello es vivir!
Beulah Bondi era una magistral Mrs. Bailey. Era ya la cuarta ocasión en la que Beulah daba vida en la pantalla a la madre del personaje de James Stewart. Anteriormente lo había hecho en “Caballero sin espada”, “Ingratitud” y “Ardid femenino”. Más adelante, en “El show de James Stewart: The identity Crisis” interpretaba de nuevo a su madre. 
¡Qué bello es vivir!
Beulah llevaba el cine desde 1931 y tras de sí otros títulos como “El Dr. Arrowsmith”, “El velo pintado”, “El camino del pino solitario”, “Corsarios de Florida”, “Las hermanas”, “Sinfonía de la vida”, “Serenata nostálgica” o “La patrulla del coronel Jackson”. Extraordinaria. 
¡Qué bello es vivir!
Maravilloso también Samuel S. Hinds como Pa Bailey. Samuel había trabajado ya junto a James Stewart en “Vive como quieras”…
¡Qué bello es vivir!
… y llevaba en el cine desde 1926. Entre sus películas anteriores se encontraban títulos como “Si yo tuviera un millón”, “Dama por un día”, “Las cuatro hermanitas”, “La garra del gato”, “El cuervo”, “El camino del pino solitario”, “Damas del teatro”, “El hijo de Drácula” o “Perversidad”. Y qué elegantísimo era. 
Completaban este maravilloso reparto otros mágicos intérpretes como H. B. Warner (Sr. Gower), Gloria Grahame (Violet), Todd Karns (Harry Bailey), Frank Faylen (Ernie, el taxista), Ward Bond (Bert, el policía), Frank Albertson (Sam Wainwright), Sheldon Leonard (Nick)… Y los jovencillos Robert J. Anderson, Jean Gale y Jeanine Ann Roose como George, Mary y Violet, respectivamente, de pequeños.
¡Qué bello es vivir!
Además de Carol Coombs, Jimmy Hawkins y Larry Simms, como Janie, Tommy y Pete, los hijos de George y Mary…
¡Qué bello es vivir!
… junto a Karolyn Grimes, también hija de los Bailey, que daba vida a Zuzu y confiaba plenamente en que su padre le pegaría los pétalos rotos de su pequeña flor. 
¡Qué bello es vivir!
Karolyn había debutado a toda pantalla el año anterior y llevaba ya cuatro títulos cinematográficos. Un año después, en 1947, sería la encantadora Debbie de “La mujer del obispo”.
¡Qué bello es vivir!
Y... llegamos de nuevo a mí. A Clarence Odbody, el ángel de “¡Qué bello es vivir!”, mágico personaje al que di vida bajo el nombre artístico de Henry Travers
¡Qué bello es vivir!
En el cine desde 1933, yo llevaba ya tras de mí títulos como “El hombre invisible”, “Las hermanas”, “Amarga victoria”, “El explorador perdido”, “Edison, el hombre”, “El último refugio”, “Bola de fuego”, “La señora Miniver”, “La sombra de una duda”, “Las campanas de Santa María”… No está nada mal, ¿verdad? 
¡Qué bello es vivir!
Producción de Frank Capra para la RKO, “¡Qué bello es vivir!” (It’s a wonderful life) se estrenaba en Nueva York el 20 de diciembre de 1946. 
Entre otros premios y nominaciones, obtuvo el Globo de Oro a mejor director (Frank Capra), siendo además nominada a los Premios Oscar en las categorías de mejor película, director, actor (James Stewart), montaje y sonido.
¿Queréis que os cuente más cosas de “¡Qué bello es vivir!”? ¿Sí? Pues vamos allá…
¡Qué bello es vivir!
Bedford Falls, la ciudad en la que transcurre esta preciosa historia, era un nombre de ciudad ficticio, si bien nacido de la combinación de dos nombres de ciudades reales: Bedford Hills y Seneca Falls.
El set de Bedford Falls fue construído en tan sólo dos meses y se convirtió en uno de los sets más largos hechos para una película. Cubría cuatro hectáreas del Encino Ranch de la RKO e incluía 75 tiendas y edificios, una calle principal, una zona residencial y otra de barrios. 
¡Qué bello es vivir!
En la escena del baile, el piso del gimnasio que se abre para descubrir una piscina era auténtico y estaba ubicado en la Beverly Hills School de Los Ángeles.
¡Qué bello es vivir!
Para la secuencia en la que Mary debía tirar una piedra a la casa vieja y pedir un deseo, Frank Capra había contratado a alguien que pudiera lanzar la piedra con fuerza. Pero no hizo falta pues, ante el asombro de todos, fue la propia Donna Reed la que lanzó la piedra ya que había jugado al béisbol en la escuela secundaria.
Y os puedo contar más curiosidades. Como el que Frank Capra estimara una duración total de rodaje de 90 días, duración que se cumplió de manera exacta y llevó al equipo a celebrar una fiesta por todo lo alto. O el que los padres de James Stewart donaran una foto suya con seis meses de edad que aparecía en la película en la casa de los Bailey.
¡Qué bello es vivir!
O que George Bailey pasara en una escena del film por un cine que estaba proyectando “Las campanas de Santa María”, una de las películas de mi filmografia, como bien os he citado anteriormente.
Y es que el sonido de las campanas está presentes en toda la película: en la música de la introducción, en decoraciones de navidad, en cajas registradoras, teléfonos, timbres…
¡Qué bello es vivir!
¡Qué bello es vivir!
¡Qué bello es vivir!
Ah, y una última curiosidad que ya se me olvidaba. Esta entrada que os habéis leído ahora hace ya la número 300 de este cinematográfico blog. ¿Y sabéis gracias a quién? Pues a todos vosotros, mis queridos espectadores…
¡¡MUY FELIZ NAVIDAD!!
¡Qué bello es vivir!
… ¿Os habéis leído “Las aventuras de Tom Sawyer”? (Clarence Odbody. Un ángel… con alas)

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