Dicen que “pelar la pava” es lo que hacen los que se dedican a no hacer nada, los ociocillos que se entretienen pasando el tiempo haciendo como que están ocupados en algo pero no dan un palo al agua. Según qué ramas miremos pueden llegar a ser una inquietante mayoría, estamos acostumbrados a ellos. Pero cuentan que la expresión, allá por el S.XIX no tenía el mismo significado, se aplicaba a los enamorados. Parece ser que en la Andalucía del año de la maricastaña las criadas que servían en casa del señorito tenían entre muchas tareas la de pelar las aves que caerían en el cocido. Lo hacían sentadas al lado de la ventana, con rejas, y mira tú por donde que siempre aparecía el pretendiente con el que se dedicaban a charlar y charlar mientras eternizaban el pelado del pajarraco en cuestión. Cosas de la vida y los amores de antes.
Pues resulta ser que algo así están haciendo nuestros tortolitos. No resulta demasiado complicado imaginar a Sánchez pelando en la ventana de la Moncloa al pobre bicharraco
Parece ser que andan todos tan ocupados en tirarse los trastos a la cabeza de la forma más ridícula posible que no se dan cuenta de que existimos, de que en este país estamos entristecidos y arruinados. Seguimos rogando por que al peque no le cierren el comedor del colegio en verano mientras trabajamos
Pero, claro, los señoritos siguen a lo suyo, pelando la pava sin importarles que ya hace tiempo que llegó el momento de ponerse a trabajar porque esto no se va a levantar solo y les elegimos para eso. Sólo un aviso para navegantes; la semana próxima será la sesión de investidura, existen serios motivos para pensar que será fallida por la incapacidad de TODOS para sentarse y hacer algo por el bien de sus electores, nosotros. Si al final llegamos a votar de nuevo o se montan una buena historia para contarnos y hacernos ver que el malvado es el otro o no respondo de la barbaridad que pueda salir de las urnas con la gente moderada de izquierdas y hasta de derechas cabreadísima. Ni siquiera el CIS podrá prever la catástrofe, el palo puede ser antológico, algunos lo saben y ya se frotan las manos. Pero ellos a lo suyo, a pelar la pava.