Nuestros machos hispánicos intelectuales

Es gente sin pudor que:

• creen estar por encima del bien y del mal.
• van de intelectuales por la vida.
• se permiten decir todo a los demás y se cabrean cuando alguien les critica.
• tienen un afán de protagonismo y capaz de cualquier cosa.
• no hacen sino soltar fanfarronadas e insultos a otros, a los que consideran inferiores.
• son exhibicionistas convencidos y lo niegan.
• tienen una soberbia que les permite mirar a los demás por encima del hombro.
• confunden la sabiduría con la pedantería.
• presumen de apolíticos y se suben al carro del neoliberalismo.

Ahí tienen ustedes al novelero Pérez-Reverte, quien cumpliendo con su rol de macho machísimo, en otra de sus salidas de tiesto, en vez de criticar a Moratinos por su acción política --que sería lo lícito-- lo ha hecho porque lloró en su despedida como ministro, y le ha dicho que no tiene huevos y le ha llamado mierda, entre otras lindezas. Se ve claramente que este sobredimensionado escritorzuelo está falto de sensibilidad y todavía se cree aquello de que “los hombres nunca lloran”. Aquí tienen a un macho, machísimo

Y mucho más grave es lo de Sánchez-Dragó (curiosamente los dos tienen apellidos compuestos para disimular su primer apellido, que para ellos es vulgar y quieren ocultarlo), que en uno de sus libros –no sabemos si éste está también escrito por un negro— asegura haberse follado a dos niñas de trece años, y naturalmente fueron ellas las que le violaron. En su nueva bravuconada afirma que lo cuenta ahora puesto que el delito está prescrito. Un tipo “valiente” además de “elegante”. Un canalla pederasta capaz de cometer el peor delito y fanfarronear como si fuera lo más normal. Este es un macho machísimo depravado, eso sí, que presume de eyacular hacia dentro. Y ahí está llamándose anarquista y viviendo como un rey del País de “Espe-rancia y las mil maravillas”. Un día de estos, por sus méritos, le nombrarán director de Telemadrid. Al tiempo.

Aquí les dejo con un retrato que les hicieron desde Muchachada Nui. No os los perdáis, si no lo habéis visto vale la pena, una parodia donde salen clavados y que tiene mucha gracia.