Revista África

Noche de Oscar

Por Chemacaballero

Publicado anteriormente en BLOG “África no es un país”

Hoy domingo tendrá lugar la 84 edición de los Premios de la Academia de Cine, en Los Ángeles. Como sabemos, en este evento se dan cita las estrellas más brillantes del firmamento. Los Oscar reúnen a lo mejor de la pantalla. Queremos echar un vistazo a algunos de los nominados de este año y su relación con el continente africano.

NOCHE DE OSCAR

George Clooney y Brad Pitt. Foto Africa.com

GEORGE CLOONEY: candidato a mejor actor por la película Los descendientes. Es famoso por su implicación en Sudán a través de la ONG Not On Our Watch, formada junto a Don Cheadle, Matt Damon, Brad Pitt, Jerry Weintraub (todos ellos relacionados con el filme Ocean’s Eleven) y el activista de derechos humanos David Pressman. Este grupo ha denunciado el genocidio de Darfur, los ataques del gobierno de Sudán sobre las tribus que viven en la frontera con Sudán del Sur y supervisó el referéndum de independencia de este país. De hecho, la presencia del actor durante el plebiscito y la noticia de que contrajo la malaria hizo que se hablase del acontecimiento un poco más en los medios de comunicación españoles.

Trailer de Los descendientes

BRAD PITT: También nominado en la categoría de mejor actor, por la película Moneyball. Es bien conocido por sus obras de caridad alrededor de todo el mundo. Centrándonos en África, podemos recordar su trabajo con el grupo Make Poverty History para llamar la atención sobre los problemas relacionados con el hambre y los países más pobres. Junto a su pareja Angelina Jolie, ha creado la Fundación Maddox Jolie-Pitt, que ayuda a distintas organizaciones, tipo Médicos sin Fronteras, en la lucha contra varias enfermedades. Angelina es también conocida por su trabajo en África como embajadora de las Naciones Unidas.

Trailer de Moneyball

STEVEN SPIELBERG: su War horse (Caballo de batalla) está nominada a mejor película. El tres veces ganador del Oscar, ha hecho varias películas con referencia a África. Así, a los trece años, Spielberg ganó un  premio por una película de 40 minutos llamada Escape to Nowhere (Escapada a ninguna Parte) que se basa en una batalla en el este de África. Sin embargo, no  hay duda de que la película que más le une al continente es Amistad, la historia de Sengbe Pieh y la rebelión de esclavos que este sierraleonés lideró.

Trailer de War Horse

Yo no soy un experto en cine, así que la mayoría de esta información la he sacado de Africa.com.

Detrás de todo esto yace un tema de no fácil respuesta: el de los famosos y su relación con las causas humanitarias. Existe una larga disputa que empezó allá por los años 90 del siglo pasado, cuando ante el cansancio expresado por los donantes tradicionales, Naciones Unidas propició la participación de las celebridades en las actividades de cooperación. La capacidad de transmitir mensajes que tienen estas personas y sus contactos sirven para recaudar fondos y llamar la atención sobre distintos problemas. Con el tiempo, se empezó a plantear que muchos “no tan famosos” o personas necesitadas de limpiar su imagen, utilizaban este medio para hacerse publicidad.

Hoy día, cualquier ONG que se precie o causa que se estime importante necesita de una celebridad para ser conocida.

Personalmente no tengo el tema muy claro. En Sierra Leona he recibido a todo tipo de políticos, periodistas, artistas, bailarines, cantantes, porteros… y la experiencia ha sido muy distinta según la persona. La mejor de todas, la visita de David Bisbal, que primero apareció con un séquito de periodistas y fotógrafos y al año volvió sin ellos, para “enterarse de verdad de lo que allí sucedía”. A partir de entonces hace todo lo que está en su mano para dar a conocer el tema de los menores soldados, sin ser protagonista él. Ahora sigue colaborando siempre que puede. Con otros, la experiencia no ha sido tan positiva.

David Bisbal donó los derechos de esta canción, Soldado de papel, a la Coalición Española para acabar con los niños y niñas soldados.

Ser famoso, conocido y tener dinero ayuda y abre muchas puertas. Por ejemplo, la semana pasada Bill Gates visitó España y el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le recibió sin demora. Traía un mensaje claro: que España debe seguir manteniendo su ayuda al desarrollo, haciendo esfuerzos para alcanzar la meta del 0’7% del PIB, a pesar de la crisis y la recesión. Además, insistió en que había que invertir, prioritariamente, en los países más pobres y no dejarse llevar por las razones políticas. Somos muchos los que nos gustaría transmitir el mismo mensaje al mismo Presidente, sobre todo que no se recorte la ayuda a África y que esta se destine a los más necesitados, pero al no ser conocidos mundialmente y no tener tanto dinero como el señor Gates, evidentemente, las puertas del Palacio de la Moncloa no se nos abren.

Es un tema de esos que hay que reflexionar y darle muchas vueltas. Aquí van tres textos que pueden ayudar a ello:
1.    ¿Famosos con causa?, de John Carlin, en El País.
2.   Celebridades y cooperación al desarrollo: manejar con cuidado, un ARI de Rafael Domínguez Martín, para el Real Instituto Elcano.
3.    Famosos y ONG, del blog de medicosmundi.

Yo sigo confundido, mientras busco algún famoso que esté libre para apoyar mi próximo proyecto.


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