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Millenium:Los Hombres que no amaban a las mujeres-Notas de producción

Publicado el 13 enero 2012 por Juancarbar

Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, se estrena hoy viernes 13 de Enero.

SINOPSIS

En Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, el director nominado al Oscar David Fincher (La red social) traslada a la gran pantalla el universo del éxito literario mundial de Stieg Larsson.

En el laberinto de la historia hallamos asesinatos, corrupción, secretos familiares y los demonios internos de dos inesperados socios en búsqueda de la verdad sobre un misterio oculto durante 40 años. Mikael Blomkvist (Daniel Craig) es un periodista financiero dispuesto a restaurar su honor tras ser declarado culpable por difamación. Contactado por uno de los empresarios más ricos de Suecia, Henrik Vanger (el actor nominado al Oscar Christopher Plummer), para llegar al fondo de la desaparición muchos años atrás de su querida sobrina Harriet – asesinada, según cree Vanger, por uno de los miembros de su familia numerosa – el periodista llega a una isla remota de la congelada costa sueca sin saber lo que allí le espera.

Simultáneamente, Lisbeth Salander (Rooney Mara), una inusual pero ingeniosa investigadora de Milton Security, es contratada para averiguar los antecedentes de Blomkvist, una tarea que en última instancia la lleva a unirse a Mikael en su investigación sobre el asesinato de Harriet Vanger. Aunque Lisbeth se protege de un mundo que la ha traicionado una y otra vez, sus habilidades de hacker y su capacidad de concentración y determinación inquebrantable, la hacen imprescindible. Mientras Mikael se enfrenta cara a cara con los herméticos Vanger, Lisbeth trabaja en la sombra. Ambos comienzan a trazar una cadena de homicidios desde pasado hasta el presente, forjando un frágil hilo de confianza, aún siendo arrastrados hacia una de las corrientes más salvajes del crimen contemporáneo.
Columbia Pictures y Metro-Goldwyn-Mayer Pictures presentan una producción de Scott Rudin / Yellow Bird de una película de David Fincher, Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, protagonizada por Daniel Craig, Rooney Mara, Christopher Plummer, Stellan Skarsgård, Steven Berkoff, Robin Wright, Yorick van Wageningen y Joely Richardson. La película está dirigida por David Fincher y producida por Ole Søndberg, Søren Stærmose, Scott Rudin y Ceán Chaffin, a partir de un guión de Steven Zaillian basado en el libro de Stieg Larsson originalmente publicado por Norstedts. Los productores ejecutivos son Steven Zaillian, Mikael Wallen y Anni Faurbye Fernandez; los coproductores son Berna Levin y Eli Bush. El equipo técnico del filme incluye al director de fotografía Jeff Cronenweth, ASC, el director de producción Donald Graham Burt, los editores Kirk Baxter, A.C.E. y Angus Wall, A.C.E., la diseñadora de vestuario Trish Summerville y los compositores Trent Reznor & Atticus Ross.

ACERCA DE LA PRODUCCIÓN

Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres es el punto de partida de la adaptación cinematográfica de la popular Trilogía Millennium de Stieg Larsson, la épica serie de novelas que ha vendido 65.000.000 de ejemplares en 46 países. La primera novela, Los hombres que no amaban a las mujeres, se publicó por primera vez en 2005, poco tiempo después de la muerte del propio Larsson, y en ella se presentaba a los lectores al periodista financiero Mikael Blomkvist y a la hacker vengadora Lisbeth Salander.
Con Salander, Larsson forjó una heroína totalmente diferente a todas las que la habían precedido en el mundo de la novela negra: un prodigio punk cuya apariencia advierte a la gente que no se acerque, que no interactúa “con normalidad” con los demás, sin embargo, el vínculo personal que mantiene con aquellos que han sido violados la seduce para ayudar a Mikael a resolver el misterio de la desaparición de Harriet Vanger. La búsqueda de venganza y su frágil colaboración con Mikael se convertirían en el hilo conductor de Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres y de los dos libros siguientes – La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire.
El director David Fincher y el guionista Steven Zaillian procuraron mantenerse fieles a la inquebrantable mirada de Larsson sobre la corrosión corporativa, social y personal que enfrentan Mikael y Lisbeth según se adentran en las profundidades del misterio de la desaparición de Harriet Vanger. Zaillian se inspiró directamente en las palabras de Larsson. “El guión se cortó entero sobre la tela de la novela,” afirma Fincher. Asumiendo la necesidad de compactar el detallado argumento del primer libro, se centraron también en resaltar lo que ha hecho que las novelas Millennium sean tan atractivas a tantas personas en todo el mundo. “Lo que más nos interesó fueron estos dos personajes: Blomkvist y Salander; ellos son el motor de estos libros, los que los han convertido en el fenómeno cultural que son” explica Fincher. “Había mucha sustancia, mucha fricción y mucho potencial dramático.”
Añade Zaillian: “Lisbeth es un gran e inusual personaje, pero creo que si los libros trataran únicamente de ella, no funcionarían tan bien como lo hacen. Lo que hace que los libros lleguen a tanta gente, es la forma en la que se entrelaza su historia con la de Blomkvist, y lo que cada uno está viviendo.”
Fincher y Zaillian no tuvieron interés alguno en prescindir de la fuerza de las escenas de brutalidad y venganza del libro. “Estábamos firmemente comprometidos con la idea de que ésta es una película que trata sobre la violencia contra las mujeres, sobre clases específicas de degradación, y eso no puedes evitarlo,” asegura Fincher. “Pero a la vez debes andar sobre una línea muy fina para que los espectadores sientan de manera visceral la necesidad de venganza al tiempo que puedan contemplar el poder de las ideas expresadas.”
Eso es precisamente lo que logró Larsson con las novelas, atrayendo a los lectores hacia temas como el poder corrupto, la misoginia, la intolerancia, el fanatismo, la globalización, el bienestar social, la justicia y el juicio, a través de los entresijos de la renegada investigación de Mikael y Lisbeth. Explica Rooney Mara, que se ganó el papel de Lisbeth Salander: “Creo que a la gente le intriga más el funcionamiento interno de la sociedad de lo que está dispuesta a admitir. Les interesan los oscuros secretos que encierran personas y sociedades. Los hombres que no amaban a las mujeres tiene ese componente unido a dos personajes marginados a los que la gente realmente quiere.”

VENGADORES Y CASTIGADOS: PERSONAJES Y REPARTO

Blomkvist
Al igual que lo fue el autor Stieg Larsson antes de su muerte, el personaje de Mikael Blomkvist es un periodista de investigación dedicado a destapar la corrupción en el sistema financiero y en el gobierno. Como copropietario de la exclusiva revista Millennium, no es ni mucho menos un activista, sin embargo es conocido por llegar demasiado lejos – hasta el punto de meterse en aprietos legales, e incluso correr peligro mortal, en sus despiadadas investigaciones sobre los ricos y poderosos. Para interpretar a Blomkvist, Fincher escogió a Daniel Craig, el actor británico cuyo equilibrio entre profundidad y atractivo le han valido el papel de James Bond en Casino Royale y Quantum of Solace.
“Realmente el filme es de Blomkvist, porque es él quien nos proporciona la vía de entrada,” afirma Fincher. “Es el personaje más convencional y Lisbeth es el satélite que gira alrededor de él. Necesitábamos a alguien como Daniel, alguien que no solo tiene un tremendo atractivo cinematográfico sino que además tiene un don de Dios para la interpretación. Es tan bueno que puedes explotar sus matices.”
Como mucha gente, Craig había leído Los hombres que no amaban a las mujeres al poco de publicarse, en medio del furor inicial. “Alguien me regaló un ejemplar estando de vacaciones y lo leí en dos días,” recuerda el actor. “Es uno de esos libros que no puedes parar de leer. Sientes la inmediatez de saber que sucederán cosas malas y creo que, en parte, por eso son tan amenos para tantas personas.”
A pesar de ello, se sintió inexorablemente atraído a Lisbeth Salander. “Lo que me llamó la atención de ella es que a pesar de ser víctima de violencia sexual, psicológicamente jamás se convierte en una víctima” observa Craig. “Su fortaleza y la forma en la que recibe un golpe, se levanta y sigue, es algo que realmente engancha a la gente.”
La novela se mantuvo en su conciencia, pero fue gracias al equipo creativo que se formó para llevarla a la gran pantalla, por lo que Craig decidió aceptar el papel de Blomkvist. “De por sí era una buena historia, pero la combinación de David como director y el guión de Steven Zaillian, me resultó tremendamente irresistible” asegura el actor. “Confiaba en el material, y confiaba en sus ideas visuales.”
Desde el principio también sintió afinidad por Blomkvist. “Me gusta su actitud, me gustan sus políticas, me gusta y me resulta interesante su confusión” comenta Craig. “Está luchando en una guerra buena, intentando destapar la corrupción y ser un periodista influyente, si es que eso sigue siendo posible.”
Steven Zaillian se sintió impresionado por la forma en la que Craig se introdujo en el personaje. “Blomkvist es un tío que no es tan duro como le gustaría ser, pero es realmente un hombre bueno y decente. Daniel lo interpretó maravillosamente,” observa. “Su papel es tan complicado como el de Salander.”
Desde el primer momento Craig decidió no adoptar un acento extremo para el personaje y mantener la forma de hablar de Blomkvist en un registro más natural, que resulta más apropiado para la cultura cosmopolita de Estocolmo. “Busqué algo muy sencillo” explica. “David y yo lo hablamos y ninguno de los dos queríamos que el acento estorbara al personaje. En realidad, muchos suecos hablan inglés maravillosamente bien, con y sin acento. Sentí que ese debería de ser el camino a seguir. Blomkvist es un hombre que ha viajado, que conoce el mundo, ha sido oyente de la BBC desde los seis años, y creo que esa es la persona que él es.”
Tras haberlo deseado durante tanto tiempo, a pesar de todos los retos, el trabajar con Fincher resultó ser una experiencia muy estimulante para Craig. “David es conocido por hacer muchas tomas, y así lo hicimos, pero no me importó en absoluto” explica Craig. “Por mí podemos estar repitiendo tomas todo el día si al final sale algo bueno, siempre que creemos algo en cada una de ellas. Además, David es muy específico y – ¿cómo decirlo de la forma más correcta?– particular. Pero una vez que ves la forma en la que él construye, ladrillo a ladrillo, cada escena, resulta ser un proceso en el que es muy fácil relajarse. Te entregas completamente, sabiendo que su mirada abarca todos los detalles importantes.”
Craig apunta que estaba en la mejor forma física de su vida cuando le dieron el papel, lo cual no encajaba del todo con la de un periodista que pasa la mayor parte de su tiempo sentado en una mesa, o entrevistando a sus fuentes. “David me dijo que engordara y, a pesar de que fue una lucha, lo conseguí” dice entre risas.
Los retos físicos se presentaron especialmente en las escenas culminantes del filme, pero apunta Craig que incluso en ellas, su concentración se dirigía hacia su interior. “Aquellas escenas finales presentan un alto grado de emoción para Blomkvist,” resume el actor.

Salander

Nada más arrancar la producción de Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, comenzó la búsqueda de la actriz que interpretaría a Lisbeth Salander. El peligro: que todos los que habían leído el libro ya se habían formado una imagen personal de ella en su imaginación. Michiko Kakutani del New York Times describió así a Lisbeth en su reseña:

“Lisbeth Salander, la feroz hada y heroína de Stieg Larsson, es uno de los personajes más originales que hemos visto en mucho tiempo: una chica de encanto misterioso, una Audrey Hepburn con tatuajes y piercings, con la actitud guerrera de Lara Croft y el intelecto cool y poco sentimental del Sr. Spock. Ella es la vulnerable víctima convertida en vigilante; una chica deliberadamente antisocial, la que fuera calificada como mentalmente incompetente por los servicios sociales del estado, ha demostrado que está tan incandescentemente capacitada como cualquier guerrera de vídeojuego.”

A la hora de adaptar el personaje, la meta de Steven Zaillian era la de captar todos esos tonos contradictorios del personaje de Salander, quien se protege con una gran armadura y sin embargo es vulnerable si alguien se atreve a acercarse. “Ella es la clase de personaje que resulta más divertido escribir” explica Zaillian. “En cierto sentido representa el cumplimiento de un deseo en cuanto a su forma de llevar las cosas, de estar dispuesta a aguantar hasta un límite, pero además tiene otras muchas caras. Gran parte del poder del filme se debe a Lisbeth Salander.”
Fincher quería encontrar todas esas cualidades en una actriz, pero lo que más quería era encontrar a una persona dispuesta a caminar en el límite de un personaje ya de por sí arriesgado, y precipitarse al vacío. Eso es lo que encontró en Rooney Mara, pero el camino no fue en línea recta.

Los productores emprendieron una búsqueda exhaustiva para el papel de Lisbeth. Entre las candidatas se encontraba Mara, que tuvo un pequeño pero memorable papel en La Red Social de Fincher, como la ex novia de Mark Zuckerberg, Erica Albright. Fincher la sometió a una aparentemente interminable serie de intensas pruebas – en las que le pidió que hiciera de todo, desde recitar poesía sueca a posar con motocicletas – para demostrar lo que sería capaz de hacer en el papel.
“Lo que más me hizo encariñarme con ella durante el proceso de casting fue precisamente lo que quería de Lisbeth: no se rinde. Quería una persona que fuera invencible,” dice el director. “Al final del proceso de casting, supe que era una persona por la cual merecía la pena arriesgar.”

Continua explicando: “De inicio ella partía con muchas de las cualidades que buscábamos, que necesitábamos. En su vida real también es solitaria. Pero más que eso, estuvo dispuesta a trabajar para entender al personaje. Dije: ‘No sé si ella lo puede hacer, pero sé que lo intentará y se dejará la piel en ello si tan solo somos capaces de inspirarla y apoyarla, y luego dejarla volar.’ Y eso es lo que finalmente ocurrió. Se cortó el cabello, aprendió a conducir una motocicleta y se marchó a Suecia por su cuenta y desapareció del mapa. Si tienes a alguien dispuesto a hacer todo eso, eso lo es todo. Los piercings son piercings, eso lo puede hacer cualquiera.”

Para Mara, esta sucesión de pruebas la mantuvo alerta, ayudándole a conocer al personaje aún más. “Estaba preparada y dispuesta a hacer y a demostrar lo que hiciera falta para conseguir el papel” asegura la actriz. “Y a medida que me acercaba, pensé: ‘¿Qué más tengo que demostraros? Lo he hecho todo. Tengo que seguir con mi vida o si no, hagámoslo. Estoy a punto de dejarlo, así que decidíos de una vez.’”

Los meses de pruebas y de espera culminaron en un ultimátum. “David me llevó a su despacho y me empezó a hablar largo y tendido acerca del papel, dándome todas las razones por las que una actriz lo rechazaría – que podría cambiarme la vida, y no necesariamente para mejor. Luego me entregó su iPad con un comunicado de prensa que decía que yo había sido elegida para el papel. Me dijo que pensaban enviarlo esa tarde y que tenía media hora para decidir si quería el papel o no.”
Mara no lo dudó. El personaje ya se le había metido en la piel. “Nunca antes había existido un personaje femenino como Lisbeth, una especie de persona menuda, andrógina, con tantas facetas diferentes,” asegura la actriz. “Te pones de su lado – y sin embargo simultáneamente la cuestionas porque no siempre estás de acuerdo con las cosas que hace. Eso me resulta muy interesante.”Añade la actriz: “Creo que aunque les resulte extraña, muchas personas se identifican con ella porque en algún momento de sus vidas la mayoría de las personas se han sentido marginadas, o como si hubieran fuerzas que las oprimieran o limitaran.”

En cuanto aceptó el papel, Mara se puso manos a la obra. “Una hora después de decirle que sí a David, estaba desmontando un ordenador, montando en moto, y dando clases para aprender a patinar. Y, literalmente, cinco días después ya estaba en Estocolmo” recuerda la actriz. “No había tiempo para pensar lo que significaba para mí recibir el papel, o como me sentía. Literalmente me concentré como un láser en lo que tenía que hacer.”
Pero sin duda las advertencias de Fincher no la asustaron. “Me dijo: ‘Tendrás que irte a Suecia tu solita y experimentar la vida de esta chica.’ Me dijo: ‘La película te va a consumir. Tendrás que despedirte por un tiempo de tu familia y los amigos.’ Pero en ese momento realmente no me conocía,” explica. “No sabía que de hecho paso mucho tiempo sola y que lo que me dijo no me asustó. Tal vez hubiera asustado a otra persona, pero a mí no.”

Eventualmente también transformó radicalmente toda su apariencia, se cortó la melena, se hizo numerosos piercings, llegó al punto de teñirse las cejas, lo cual resultó ser lo más chocante para la actriz. No sólo le aportó una inquietante mirada transgresora, sino que además abrió el rostro de Lisbeth, permitiendo que la mezcla de fría inteligencia y rabia contenida del personaje tuvieran más espacio para manifestarse.

“Antes de teñirme las cejas me sentía bien, en control y preparada, estaba entusiasmada,” recuerda Mara. “Cuando me vi en el espejo me asusté. Pero creo que es una de las mejores decisiones que tomamos en cuanto a la apariencia del personaje. Realmente le pusimos nuestro sello.”

Otro sello característica de Mara en el personaje de Lisbeth fue el encontrar la forma adecuada de revelar sus propios bloqueos emocionales. “David y yo hablamos acerca de la idea de que Lisbeth no tiene heridas abiertas. Ella es una cicatriz entera. No llora, en contadas ocasiones se permite sentir algo, sin embargo los espectadores tienen que saber que bajo las cicatrices están sus heridas” describe la actriz.

Cuanto más se adentraba Mara en el cerrado mundo interior de Lisbeth, más empezó a comprender porqué Stieg Larsson consideraba la legendaria heroína de cuentos infantiles Pippi Calzaslargas una influencia en el personaje. Observa que: “Lisbeth es lo que Pippi Calzaslargas hubiera sido 25 años después. Ha cambiado el caballo por la motocicleta. Ahora tiene ordenador pero sigue obedeciendo su propio código moral luchando contra los tipos malos.”

La complejidad de Lisbeth se pone de manifiesto en algunas de las escenas más perturbadores de la historia – un par de asaltos violentos en el despacho del tutor legal de Lisbeth, Nils Bjurman, que abren y cierran la historia. Estas escenas supusieron un gran reto – tanto física como psicológicamente – pero también son esenciales para comprender su ímpetu por ayudar a Blomkvist a encontrar a un asesino de mujeres. “Las escenas con Bjurman son las que más hablan de Lisbeth,” dice Mara. “El abuso la empuja, y en muchos sentidos, también conduce el resto de la historia. Esas eran las escenas en las que siempre pensaba.”
Cuando llegó el momento de representarlas en el set, se podía palpar el riesgo emocional de las secuencias. Recuerda la actriz que: “Siempre supe que esas escenas serían duras pero fueron mucho más duras de lo que imaginé.”
Para mantener la intensidad de la situación Mara evitó al actor que interpreta el papel de Bjurman, Yorick van Wageningen. “Yorick es un chico tan dulce, pero yo me alejé de él porque no quería pensar en lo dulce que es en realidad,” comenta la actriz. “Nos vino mejor no hablar mucho, sino entrar en la habitación y ver cómo se iban desarrollando las cosas.”

Las cosas empiezan a desmoronarse para Lisbeth pero también otras empiezan a encajar a medida que se acerca más y más a Mikael Blomkvist. Lo que le resulta sorprendente no es la atracción sexual– sino el instinto desconocido de confiar. “Lisbeth se pasa gran parte de la película alejando a los demás. Constantemente intenta suprimir las cosas y alejarlas de su persona. No mantiene relaciones en las que realmente conecte con las personas,” observa Mara. “Pero con Mikael, empieza a pensar que tal vez haya encontrado finalmente una persona en la que puede creer, pero también tiene buenas razones para pensar que es estúpida si confía en alguien.”

Al final, Mara dice que la experiencia de interpretar a Lisbeth fue la meta por la que luchó tantos meses intentando conseguir el papel. “Es la clase de personaje que llega una vez en la vida,” concluye la actriz. “Pero aparte de eso, lo que más me emociona de la experiencia y lo que me llevo es sentirme más capaz. He aprendido tanto y he hecho tantas cosas que jamás pensé que podría hacer.”
Concluye: “Es lo que más me gusta de David, que reta a todo el mundo. Por eso sus películas son tan estupendas. Porque te desafían y te hacen pensar en cosas que de otra manera no pensarías– y creo que a la gente le gusta ser retada.”

Los actores de reparto

Sumándose a Daniel Craig y Rooney Mara en Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres se encuentra un talentoso grupo de actores de reparto entre los que se encuentra Christopher Plummer como Henrik Vanger, el magnate jubilado que inicia la investigación sobre el pasado oculto de su familia; Steven Berkoff como Dirch Frode, el abogado de Vanger, quien primero encarga a Lisbeth Salander espiar a Mikael Blomkvist; Robin Wright como la compañera de Blomkvist en Millennium Magazine y ocasional amante, Erika Berger; Stellan Skarsgård como Martin Vanger, el hermano de Harriet; Yorick van Wageningen como Nils Bjurman, el nuevo tutor legal de Lisbeth; Joely Richardson como Anita Vanger, quien mejor que nadie conocía a la desaparecida Harriet; y Geraldine James como la reservada Cecilia Vanger.
En el centro del poder de la familia Vanger está Martin, actual Director Ejecutivo del negocio familiar en apuros, quien da la bienvenida a Blomkvist a la hacienda familiar en la Isla Hedeby para investigar la desaparición de Harriet. Stellan Skarsgård, el actor sueco conocido por sus papeles internacionales, interpreta a Martin. “Me interesan los seres humanos complejos y complicados y así es Martin,” explica el actor. “Puede ser un verdadero encanto, pero también es capaz de convertirse en una persona totalmente diferente en ciertas partes de la película.”
Al igual que los demás actores, Skarsgård confió en la sensibilidad de Fincher. “David se esmera en cada detalle. “Tiene grandes capacidades técnicas, pero también trabaja en base a la idea de que independientemente del género, el que sostiene a la película es el personaje, así que dentro de todas las cosas que tan brillantemente hace en el terreno técnico, lo que más le interesa es el personaje – y eso proporciona interpretaciones realmente buenas.”
Otro miembro de la familia Vanger que juega un papel decisivo en la película es Anita Vanger, interpretada por Joely Richardson. Al igual que sus compañeros de reparto, se sintió motivada por el planteamiento de Fincher, especialmente en cuanto a su personaje, que no es nada sencillo. “Él me repetía ‘más oscuro, más al límite, no suavices nada, nada está zanjado ni curado,’” dice la actriz. “Aún cuando te empezabas a mover en dirección a la resolución y la sanidad, él insistía en que quería el límite y la oscuridad. No hay emociones directas y sencillas en el universo de esta película.”
El personaje que lleva a Lisbeth Salander al límite es Bjurman, su recién asignado tutor legal, quien, tras estudiar su sombrío informe de casas de acogida, arrestos, adicciones y reclusión psiquiátrica, piensa que puede controlarla. Controla su cuenta bancaria. Exige favores sexuales. Cuando ella no aguanta más el abuso, decide que lo hundirá y al hacerlo él quedará por siempre señalado como un psicópata.
El actor holandés Yorick van Wageningen interpreta a Bjurman. Fincher lo escogió por un motivo muy concreto. “Sentí que el personaje no debería ser malvado, tenía que ser peor” dice el director. “Tenía que ser alguien que no es tanto un violador como un hombre que ve a una chica triste, con el pelo en punta, que no mira a los ojos, y que él decide que no vale nada. Su necesidad de dominar a alguien lo convierte en una especie de arenas movedizas. No quería un pervertido retorciendo el bigote, ni mucho menos. Por eso, cuando vi a Yorick, vi a una persona que es un ser humano pleno y además un brillante actor que podría aportar todas esas cosas. Fue capaz de llevar su interpretación desde un lugar lógico en la mente de Bjurman y hallar la oscura ciénaga en ebullición que lo habita.”
Precisamente fue esa complejidad la principal razón por la que van Wageningen accedió a aceptar un papel tan gráfico. “Este personaje experimenta muchas cosas y no estaba seguro de querer experimentarlas yo” admite van Wageningen. “Al principio me debatía entre la euforia por poder trabajar con David Fincher y el espanto que me provocaba el personaje, pero al final pude utilizar ambas cosas. Los dos coincidimos en que lo más interesante sería presentar a Bjurman de forma un tanto afable. El reto no era encontrar la violencia monstruosa, sino más bien la humanidad de este hombre.”
Aún así, no resultó ser un proceso fácil, ni muchísimos menos. “A menudo me pasaba unos buenos quince minutos llorando en mi caravana entre toma y toma” recuerda van Wageningen. “Creo que una escena como la violación de Lisbeth sólo funciona si se convierte en realidad para ambas partes. Así que las emociones tenían que ser reales en esa escena, y los empujones también. Para mí fue bastante horrible y luego la gran escena final entre los dos. . . creo que aún no me he recuperado del todo. Me llevó a un lugar al cual no suelen ir las personas, a un lugar al que nadie le apetece ir.”
Van Wageningen y Mara decidieron no mantener contacto fuera de sus secuencias. “Fue algo osado, porque cuando compartes escenas importantes tiendes a querer discutirlas hasta el más mínimo detalle,” dice el actor. “Pero creo que ambos comprendíamos lo que quería Fincher, y sabíamos lo que nosotros queríamos de nuestros personajes, y luego sencillamente nos entregábamos en las escenas. Creo que eso es lo que le aporta esa realidad que se puede palpar.”
Dice van Wageningen que esto fue posible gracias a la forma de trabajar de Fincher con los actores. Resumiendo, asegura que: “David crea un espacio en el que te atreves a hacer aquello que nunca antes te has atrevido a hacer en una toma.”

EL ENTORNO

Desde el principio David Fincher y Steven Zaillian decidieron mantener el enclave sueco de Stieg Larsson de Los hombres que no amaban a las mujeres, y no asumir que dejarían caer la historia en bloque en los Estados Unidos. “No había manera de trasladarla,” afirma Fincher. “No podrías hacer esta película en Seattle, ni siquiera en Montreal. Tenía que transcurrir en Suecia porque las raíces de la historia son completamente suecas.”
De hecho Larsson había invitado a los lectores internacionales a una Suecia que la mayoría no habían visto jamás. Aunque se evidencian elementos de la democracia social sueca, su paisaje rústico y su énfasis cultural en la funcionalidad, la trilogía Millennium también mostró claramente las grietas frecuentemente no vistas en el pulido barniz de la nación.
Para captar el juego de Larsson de luces y sombras ante el paisaje sueco, Fincher reunió un equipo artístico que incluye al director de fotografía nominado al Oscar® Jeff Cronenweth (La red social) y el director de producción ganador del Oscar® Donald Graham Burt (La red social, El curioso caso de Benjamin Button).
Los actores también se sumergieron en la vida sueca. “En cierta medida el estar en Suecia me ayudó mucho más que el resto de mi preparación,“ dice Rooney Mara, “porque no puedes comprender realmente a Stieg Larsson ni a Lisbeth si no conoces al pueblo sueco y sientes la energía de Estocolmo como ciudad.”
De la helada costa de Norrland al minimalismo modernista de Estocolmo, el paisaje sueco fue una constante fuente de inspiración para Jeff Cronenweth, ASC, quien trabajó con la cámara digital RED One (que ya utilizó en La red social) al igual que con la última cámara RED, la Epic, aprovechando al máximo la versatilidad y resolución de ambas. Desde un principio se tomó la decisión de que la apariencia del filme debería ser la de cierta aspereza en el contorno atmosférico, reflejando así el tono de Larsson en las novelas.
“La idea era utilizar fuentes de luz no ortodoxas y mantenerlo todo dentro de la realidad,” explica Cronenweth. “Así que pueden haber sombras, pueden haber errores, pero es la realidad. Permites siluetas y oscuridad pero al mismo tiempo también queríamos planos que hicieran de contraste, evitando así una continua imagen dramática.”
Rodando in situ en exteriores, Cronenweth trabajó sincronizado con los volubles cambios de las estaciones suecas para aumentar el tono emocional de la película. “La climatología sueca juega un gran papel en esta película,” continua Cronenweth. “Está siempre presente de fondo y era muy importante que se perciba como espectador. El invierno se convierte en un personaje mudo en la película y le aporta a todo una luz baja y fría, muy suave e indirecta.”
A Cronenweth le impresionó comprobar cómo la cámara Epic se manejaba ante las austeras condiciones. “Fue muy interesante rodar tantos árboles negros ante la blancura de los campos nevados – elementos que resultan difíciles de captar para cualquier cámara, mucho más para una digital. David y yo nos sentimos, muy, muy satisfechos con las imágenes.”
A estas alturas, Cronenweth ha desarrollado más que un lenguaje propio con Fincher; comparten muchos instintos visuales. “Me gusta pensar que tenemos la misma visión en cuanto a las decisiones estéticas,” dice el director de fotografía. “Hemos tenido una relación tan, tan, larga, que siento que puedo acercarme más que nadie a la forma en que David ve las cosas. David realmente es asombroso al conceptualizar toda clase de planos emocionales.”
Cronenweth explica que muchos de esos planos se centran en el rostro de Rooney Mara en situaciones que van desde las más terroríficas hasta las más tiernas. “Su piel en el papel de Salander es tan pálida que la luz se refleja mágicamente en ella. Así que pudimos utilizar muy poca iluminación y ella siempre quedaba de maravilla.”
Una de las secuencias preferidas de Cronenweth es aquella en la que Lisbeth persigue a un ladrón informático por el frenético metro de Estocolmo. Explica que: “David montó ese set en unas largas escaleras mecánicas en una estación real del metro sueco. Vemos a Lisbeth provocada hasta convertirse casi en un animal y el truco era captar esa energía. Fue una de las situaciones en la que más utilizamos las cámaras Epic porque son capaces de hacer planos muy cortos. A veces las equilibrábamos sobre una pelota de beisbol como trípode. También creamos andamios a través de los cuales podían pasar los pasamanos de la escalera mecánica. La idea era adentrarnos como participantes de la batalla. La rodamos para que de pronto entraran algunas cosas en plano y otras quedaran ocultas, aumentando la tensión porque los espectadores no pueden verlo todo. Ya sea en una escena de lucha, una violación, o una escena de sexo, es algo que David hace realmente bien.”
Añadiendo más capas a la imaginería de la película entra en acción el trabajo del director de producción Donald Graham Burt, quien también ha colaborado con Fincher desde hace muchos años, recibiendo un Oscar® por El curioso caso de Benjamin Button (compartido con el ambientador Victor J. Zolfo). En Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, Burt se sintió cautivado por la oportunidad de sumergirse completamente en una cultura que le era muy poco familiar. “Pensé que sería un reto muy interesante hacer la primera gran producción de Hollywood en Suecia. Es una cultura que no se ha explorado realmente y me resultaba algo nuevo y diferente, lo cual me intrigó.”
Emprendió un recorrido de todo un mes por toda Suecia, no tanto para buscar exteriores donde rodar, sino más bien para empaparse del ambiente. “Lleva tiempo asimilar los matices culturales, identificar los temas recurrentes en la arquitectura, el paisaje, la organización de las ciudades y los hábitos de las personas” observa Burt. “Sentí que realmente tenía que integrarme en este mundo para desarrollar un sentir auténtico del lugar para el filme. No se trataba únicamente de comprender el aspecto físico de los lugares, sino el metafísico, y cómo se refleja la forma de vida de estas personas mediante el diseño.”
Más tarde, Fincher se sumó a Burt en Suecia y los dos empezaron a hablar acerca de la estructura general del diseño. “El planteamiento fue mantenerlo todo muy fiel a la realidad sueca pero sin llegar a la postal fotográfica, alejándonos de los lugares típicos. Queríamos lugares que estuvieran más al margen, que fueran menos familiares, más desconocidos,” describe Burt.
Mientras que Burt construyó algunos platós en exteriores en Suecia, trabajando con equipos locales suecos, la mayor parte del trabajo de decorado se hizo en los EEUU para proporcionar mayor flexibilidad creativa a Burt y su equipo. Estos decorados incluyen dos de los lugares más esenciales: los apartamentos diametralmente opuestos de Blomkvist y Salander. “El apartamento de Salander gira en torno a su ordenador y su actividad como hacker y todo lo demás es secundario,” apunta Burt. “Cuando ella está en su ordenador está completamente abstraída en esa actividad, es su mundo entero, así que tenemos la sensación de que todos los demás objetos de su vida están algo desplazados o ignorados. Vive en un bloque de apartamentos grande y anónimo que además es muy básico, aportando así la sensación de que es una chica solitaria, que está oculta. El apartamento de Blomkvist, por el contario, es más estiloso y abierto. Trabaja para una revista exclusiva y sin embargo es investigador así que él también tiene algo no convencional.”
Uno de los retos más fascinantes de Burt fue crear la hacienda Vanger, rodada en una mansión al sudoeste de Estocolmo que el equipo convirtió en un enclave familiar repleto de secretos. Según Burt, la hacienda obedece al estilo típico de “mansión de Småland” – basada en la arquitectura francesa del siglo XVIII. “Queríamos algo muy austero, muy organizado, muy formal y que oliese fortuna antigua” resume Burt. “A los suecos se les da muy bien lo moderno y minimalista pero también cuentan con maravillosas mansiones rurales que se pueden yuxtaponer contra la ciudad moderna – sin embargo ambas respiran dinero.”
La banalidad del despacho de Bjurman contrasta con la extensa mansión rural de la familia. “Ubicamos su despacho en un edificio de mediados del siglo en el que todo es limpio y rectilíneo,” comenta Burt. “No tiene nada de lujoso ni exclusivo. Es muy sencillo, a diferencia de lo que ocurre en su interior.”
En cada aspecto del diseño de producción, Burt se esforzó plenamente en reflejar lo sueco en Larsson, al igual que su fascinación por la traición subyacente que transcurre en el día a día. “Todo lo que hicimos era inherente a la cultura sueca, hasta las jarras de zumo de arándano rojo presentes en todas las cocinas,” dice Burt. “Hay una estética que recorre cada capa de la sociedad sueca, desde los adinerados, hasta los márgenes más pobres, sobre la simplicidad, la funcionalidad, la mayordomía de sus posesiones. Lo único que evitamos fue la paleta de colores rosas y naranjas de la arquitectura sueca antigua que se ve en los distritos históricos porque esta historia demanda tonos más oscuros y apagados.”

VESTUARIO, PELUQUERÍA Y MAQUILLAJE

La tarea de vestir a personajes tan diferentes de Stieg Larsson, que provienen de todas las esferas de la sociedad sueca, recayó sobre la diseñadora de vestuario Trish Summerville. Summerville formó equipo con el peluquero Danilo y la maquilladora Pat McGrath para forjar los elementos que forman el look de Lisbeth Salander: un estilo que intencionalmente intimida a los demás, con cabello corto, maquillaje oscuro, piercings en las cejas, chaquetas y gabardinas con gorro, piel, y vaqueros rotos.
La clave de todo fue permitir que Lisbeth fuera transgresora pero también real – alguien que destacara en el mundo corporativo de la seguridad en el que trabaja, pero que también pudiera desaparecer con facilidad en los márgenes de la sociedad. “No queríamos que fuera llamativa o extravagante, sino muy, muy auténtica,” afirma Summerville. “No queríamos que pareciera que estuviera en una banda punk o gótica, queríamos que fuera muy cool de una forma cómoda y casual. Veíamos a Lisbeth como alguien que puede simplemente desaparecer en las sombras si ella quiere.”
Su vestuario en tonos oscuros consiste en cazadoras moteras, botas militares, zapatillas altas, cinturones con hebilla, brazaletes de cuero, pendientes dilatadores gordos, y camisetas con declaraciones provocadoras (frecuentemente en sueco) – y cada prenda muy lavada, desgastada, blanqueada, para aportarle la sensación de uso. “Y luego están las sudaderas,” apunta Summerville al mencionar una de las elecciones de moda más metafóricas de Lisbeth. “Siempre lleva una sudadera y también se pone una gran braga en la cabeza– a la que David llama el ‘Caballero Jedi’ – cuando se convierte en hacker.”
Para diseñar el look inicial del corte de pelo de Lisbeth, Summerville llamó a su amigo Danilo, un peluquero que ha trabajado con artistas como Lady Gaga o Gwen Stefani, pensando que él tenía la estética adecuada. “Él es un tipo punk auténtico y lo ha sido siempre, un hombre que ha vivido en medio mundo así que pensé: ‘Si este chico no lo pilla, nadie lo hará.’”
Fincher quería que el pelo de Lisbeth fuera expresivo, y fluido y cambiante. “David insistía en que esta historia transcurre en un año así que no puede llevar siempre el mismo peinado,” explica Summerville. “Danilo le hizo un corte radical a Rooney, quien para ese entonces tenía un melena que le llegaba a la mitad de la espalda. Tiene un micro-flequillo, afeitado por debajo, y por detrás se lo cortó muy corto, y por delante dejó mechones más largos – pero hay muchas formas de llevarlo. Lo puedes recoger con pinzas, dejarlo suelto, o peinarlo en cresta.”
Danilo fue quien tiñó las cejas a Mara. Summerville recuerda la metamorfosis. “Descubrió su rostro de forma asombrosa y cambió por completo su apariencia,” dice la diseñadora. “Rooney quedó tan afectada que nos pidió que la dejáramos sola durante unos minutos. A continuación fuimos a un estudio de tatuaje y se hizo un piercing en la ceja ese mismo día. La transformación fue instantánea, de repente emergió como el personaje de Lisbeth.”
Summerville trabajó con Fincher en el diseño y ubicación específica de los tatuajes de Lisbeth, incluyendo la característica imagen que adorna el hombro de Salander. Comenta que: “Sin duda, el dragón fue el más difícil.”
En el set, los cambios del cabello, maquillaje, y tatuajes de Mara entre escena y escena fueron supervisados por el diseñador de peluquería y maquillaje Torsten Witte, un colaborador de toda la vida de Summerville, quien además había trabajado de antemano con Fincher durante las pruebas y el casting de Salander. Recuerda que: “En ese momento ya sabía que David estaba pensando en Rooney. Para mí, ella era el lienzo perfecto sobre el que pintar.”
Ella tuvo mucho que aguantar en la silla de Witte. “Me sentía fatal al sentar a Rooney a las 4:30 de la madrugada para cortar, afeitar, y teñirle el cabello y tatuarle la piel,” explica el estilista. “Todos sus looks requerían mucho mantenimiento. David y Trish tenían las ideas muy claras respecto a lo que querían ver en cada escena. En general, David quería que hubiera un ir y venir entre la Lisbeth atractiva y la que aleja a los demás– al mirarla piensas, ‘parece interesante’ pero a la vez te preguntas, ‘¿Qué es eso?’ Pero el look nunca era estático. Si Lisbeth llevaba 36 horas despierta ante el ordenador, fumando cigarrillos y sin comer, tendría ojeras y estaría despeinada. Su imagen podía cambiar de muy dura y fuerte a más inocente y sencilla, según la situación.”
Su corte de pelo ayudó a crear esa flexibilidad. “El cabello corto y oscuro realmente enmarca maravillosamente bien la tez pálida y frágil que jamás ve la luz del sol,” observa Witte. “Podíamos hacer mucho con ello. Me encantó la trenza, la cresta quedaba muy fuerte en Rooney y también me encantó la sencillez de engominarlo hacia atrás o en gorro. Al final, lo importante era que David fuera capaz de ver su rostro en todo momento.”
Para el diseño del maquillaje de Mara la productora Ceán Chaffin sugirió a la maquilladora británica Pat McGrath, nombrada por Vogue como la maquilladora más influyente en la moda, para discutir una serie de ideas. “Ceán realmente admira su trabajo así que se vino a Suecia y durante dos días probamos una gran variedad de looks,” recuerda Summerville. “Hizo un trabajo hermoso. Y luego conceptualizó el maquillaje para toda la película, con más de 30 looks diferentes para los distintos personajes. Ella y Danilo y los demás formaron un equipo de ensueño. David tuvo la posibilidad de proponer cualquier idea – por alocada que fuera – y fomentar la creatividad.”
El maquillaje cotidiano de Lisbeth diseñado por Witte se basó en el probable rechazo que sentiría el personaje a mantener una rutina de belleza complicada. “Trish y yo discutimos cómo hacer que fuera muy real, y coincidimos en que probablemente tendría muy pocos productos de maquillaje de uso diario, como un lápiz negro y sombras oscuras, así que nos limitamos a sólo unos 5 productos para cada uno de sus looks” explica Witte.
Witte pintaba cada día los siete tatuajes que lleva Mara en la piel. “Utilizamos tinta de verdad y cuando pensaba en la cámara RED y que los tatuajes serían tan grandes como una casa en la pantalla, sentía la importancia de hacerlos diariamente” dice el estilista.
Además del piercing en la ceja, Mara fue un paso más allá. Explica que: “Es difícil simular un piercing en el pezón, así que un día sin más, Rooney decidió que era algo que tenía que hacer por el personaje así que todos la acompañamos y se lo hizo. Los demás piercings, en la nariz, y los labios, pudimos recrearlos. Pero todo ello significó un enorme trabajo para Rooney y su compromiso fue asombroso. Formamos un gran equipo con ella, Trish y David, todos pensando qué necesitaba el personaje en cada momento.”
Aunque el estilo de Lisbeth es una parte imprescindible del trabajo de Summerville, resultó igualmente importante crear el contraste con el personaje de Daniel Craig, Mikael Blomkvist. “Me lo pasé genial con Daniel porque es muy divertido vestirlo.” Dice la diseñadora de vestuario, “Trabajamos con muchos jerséis y capas para que se viera más pesado y encorvado. Todo lo que lleva Lisbeth está muy gastado, pero la ropa de él es más ajustada, más como un uniforme. Sin embargo, también es un look relajado. No se plancha las camisas y no se abrocha el cuello, y las lleva por dentro a medias. Siempre lleva los mismos vaqueros – de Scotch & Soda. Le compramos 30 pares a Daniel.”
Summerville disfrutó especialmente el amplio espectro de la película, con docenas de personajes de diferentes trasfondos. Una de sus preferidas es Erika Berger, la amante y colega de Blomkvist, interpretada por Robin Wright. “Yo imaginé a Erika como una versión madura y profesional de una Lisbeth Salander mayor y más tierna,” explica la diseñadora. “Al igual que Lisbeth, tiene una gran intuición femenina, y creo que esa es la razón por la que Blomkvist se siente tan atraído por ella. Fue muy divertido trabajar con Robin.”
En cuanto a trabajar con Fincher, Summerville dice que ha sido la mejor experiencia de su carrera hasta el momento. “Realmente tienes que dar lo mejor de ti,” concluye, “pero en verdad, ¿porqué querrías dar menos?”

EL AUTOR: STIEG LARSSON Y LA SERIE MILLENNIUM

Stieg Larsson murió de un ataque al corazón el 9 de noviembre de 2004, a los 50 años de edad, justo antes de la publicación de Los hombres que no amaban a las mujeres. Cuando el libro comenzó a dominar las listas de los libros más vendidos de todo el mundo, muchos se preguntaron cómo una primera novela podría convertirse de manera póstuma en el thriller más influyente de toda una generación. Pero Larsson no surgió de la nada. Desde mucho tiempo antes era ya muy conocido en Suecia por ser un periodista dedicado a desenmascarar organizaciones neo-Nazis, de supremacía blanca y extremistas, que se ocultaban bajo el tejido europeo. Los mismos temas que lo motivaron como periodista – crimen corporativo, fuerzas anti-democráticas, abuso de poder, violencia contra las mujeres, cuestiones de inmigración, xenofobia y racismo – se convirtieron en los temas centrales de su serie Millennium. Aunque estos temas no eran usuales en el género negro, el énfasis no sentimental de Larsson en personajes normalmente invisibles, la ética y la libertad del individuo y la naturaleza de la venganza, marcó la diferencia en el tono de sus novelas, y aportaron más riqueza a sus narraciones.
Larsson nació Karl Stig-Erland Larsson en 1954 y de pequeño vivió con sus abuelos en el norte de Suecia, en un lugar parecido al representado en Los hombres que no amaban a las mujeres. (También es un lugar donde los cuentos tienen una fuerte tradición oral y está asociado a muchos de los más afamados escritores suecos.) De niño fue muy influenciado por su abuelo, fervientemente anti-fascista, y por sus padres, muy activos en la política, quienes cultivaron en Stieg una pronta fascinación por la democracia y la política. Cuando su abuelo murió de un ataque al corazón a los 56 años de edad, Larsson se mudó con sus padres a la ciudad, experimentado así ambos lados de la sociedad sueca. Sus padres, en una decisión que marcaría el destino de su hijo, pidieron dinero prestado para comprarle a su hijo una máquina de escribir cuando este tenía 14 años, y él empezó inmediatamente a escribir cuentos, aunque pronto seguiría el camino del periodismo, para más adelante retomar la ficción.
Según Kurdo Baksi, un amigo de toda la vida, Larsson vivió una experiencia devastadora en su adolescencia que más adelante motivaría algunos de los sucesos brutales de la saga Millennium. Baksi ha escrito en varios artículos que a los 15 años Larsson presenció la violación en grupo de una joven, y se sintió incapaz de intervenir, lo cual lo marcó de por vida con una ira hacia la explotación de las mujeres y con el deseo, según Baksi, “de hacer algo contra la violencia sinsentido.”
Tras cumplir su servicio militar obligatorio, Larsson retomó su activismo a sus 20 años. Viajó por África, ayudando a los rebeles eritreos en su guerra civil. En 1977, comenzó a escribir en la mayor agencia de noticias de Suecia, Tidningarnas Telegrambyra, escribiendo artículos y trabajando como diseñador gráfico durante la mayor parte de su vida adulta. Al igual que el personaje de Michael Blomkvist, también desarrolló una especialidad en su investigación: arrojando luz sobre los grupos racistas y nacionalistas que emergían como una gran amenaza en Europa en los años 80 y 90. Trabajó como corresponsal escandinavo para Searchlight, una revista británica antifascista, y luego fundó Expo Magazine en Suecia para llevar a cabo la misma misión. Su pericia fue tal que incluso impartió conferencias en Scotland Yard sobre cómo los neo-fascistas en Europa utilizaban internet para coordinarse.
Esta parte de la vida de Larsson lo pondría en contacto con la violencia extremista así como con aquellos que la combatían, entre ellos algunos investigadores informáticos muy sagaces, los cuales serían claves para sus caracterizaciones en la serie Millennium. Larsson también experimentó de primera mano los riesgos de sus convicciones morales, ya que fue amenazado de muerte en varias ocasiones y presenció cómo uno de sus colegas sobrevivió a un atentado con coche bomba. En Expo, Larsson también colaboró en una antología sobre crímenes de honor, lo cual aumentó más aún su interés por llamar la atención sobre el abuso sistemático de mujeres incluso en sociedades tan diversas como la sueca.
Aunque Larsson había sido un apasionado fan de la ciencia ficción durante largo tiempo, y había dicho a sus amigos que quería escribir una novela de detectives, no fue hasta finales de los 90 cuando calladamente empezó a escribir un thriller – en vacaciones y fuera del trabajo – acerca de las cosas que más le importaban, el cual tituló Hombres que odian a las mujeres. (Más adelante, en su publicación en Reino Unido y Estados Unidos, el libro se renombró en inglés The Girl with the Dragon Tattoo o La chica del tatuaje del dragón, como homenaje a Lisbeth Salander.) La historia gira en torno a dos personajes impulsados por los mismos temas: el periodista Blomkvist, aparentemente un alter-ego de Larsson, y Salander, de quien Larsson dijo que era un personaje nunca antes visto en la novela negra, una marginada disfuncional que vive según su propio código ético. A pesar de asemejarse a Blomkvist, Larsson también tenía mucho en común con Salander, desde el cigarrillo hasta la manía de guardarse sus secretos para sí mismo.
Larsson escribió las tres novelas Millennium antes de someterlas a una editorial como una trilogía completa. La primera editorial rechazó los manuscritos. La segunda, Norstedts Forlag, vio su potencial, aunque no pudieron imaginarse cómo los libros, y Salander en particular, conectarían con el espíritu de la cultura actual.
Pero antes de que se pudieran publicar las novelas, Larsson padeció un masivo ataque al corazón tras subir por la escalera los siete pisos de su despacho en Estocolmo. En 2005, Los hombres que no amaban a las mujeres se publicó póstumamente y fue ampliamente aclamada. La novela recibió el ansiado premio Glass Key a la Mejor Novela Negra Nórdica y rápidamente se convirtió en lectura obligatoria de la temporada, y luego de la década.
Aún así, la compañera de toda la vida de Larsson, Eva Gabrielsson, ha declarado que los premios no le hubieran importado a Larsson si él hubiera vivido para ver el impacto de sus libros. En un discurso en España ante el Observatorio contra la violencia doméstica y de género, que le otorgó a Larsson un premio póstumo en 2009, afirmó: “A Stieg Larsson no le interesaba la atención pública sobre él como persona privada. Convertirse en una celebridad de los medios era algo impensable para él. Escribir por dinero como periodista del montón o un autor comercial era precisamente su pesadilla. Él no quería ser visible de esa forma. Stieg Larsson quería hacer que las personas y las sociedades fueran visibles.”

Acerca del reparto

Daniel Craig (Mikael Blomkvist) es reconocido como uno de los mejores actores de su generación en teatro, cine y televisión. Craig interpreta al pirata Rackham el Rojo en Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio, del director Steven Spielberg, una aventura animada con un reparto que incluye a Jamie Bell, Andy Serkis, y Simon Pegg. Actualmente participa en la producción de Skyfall, su tercera película como James Bond 007, que se estrenará en otoño del año que viene.

En 2009 Craig volvió al escenario durante doce semanas para representar “A Steady Rain” en Broadway. Craig interpreta, junto a Hugh Jackman, esta obra teatral de la América actual en la que dos policías de Chicago cuentan sus historias conflictivas de una experiencia desgarradora. Ese mismo año, Craig protagonizó en la gran pantalla Resistencia, de Edward Zwick. La trama se basa en la historia real de cuatro hermanos que viven en Polonia durante la ocupación nazi. En 2008, Craig repitió en el papel de James Bond en Quantum of Solace, dirigida por Marc Forster y coprotagonizada por Judi Dench, Olga Kurylenko y Gemma Arterton.

Nacido en Chester en 1968 en Chester y criado cerca de Liverpool, la primera experiencia teatral de Craig fue en The Liverpool Everyman. En los últimos años de su adolescencia se trasladó a Londres para unirse al National Youth Theatre, y continuó su formación en la Guildhall School of Music and Drama. Desde entonces Craig ha interpretado muy variados papeles en televisión, cine y teatro, y actualmente es considerado como uno de los mejores actores británicos.

Entre los créditos cinematográficos de Craig se encuentran: Lara Croft: Tomb Raider, Elizabeth, Hotel Splendide, Soñé con África, Love and Rage, Obsession, y La fuerza de uno. En 2002 Craig cosechó el aplauso de la crítica por su papel en Camino a la perdición de Sam Mendes. El año siguiente lo vimos en The Mother, basada en el guión de Hanif Kureishi y dirigida por Roger Michell. En 2004 Craig y Gwyneth Paltrow coprotagonizaron Sylvia, un filme que narra las vidas de los poetas Ted Hughes y Sylvia Plath. En 2005, lo vimos como actor de reparto junto a Adrien Brody y Keira Knightly en The Jacket, en el debut como director de Matthew Vaughn, Layer Cake – Crimen organizado, y en la aclamada El intruso (basada en la novela de Ian McEwan) del director Roger Michell.

Al año siguiente, lo vimos en la nominada al Oscar® Munich, de Steven Spielberg, y fue nominado a los Independent Spirit Awards como Mejor Actor de Reparto por su papel en Historia de un crimen, de Douglas McGrath, coprotagonizada junto a Sandra Bullock y Gwyneth Paltrow. En 2006, debutó como James Bond en 007: Casino Royale, por la que recibió una nominación a los premios BAFTA como Mejor Actor y un Empire Film Award en la misma categoría; la película se convirtió en la entrega más taquillera de la historia de la franquicia 007. En 2007 los espectadores vieron a Craig en La brújula dorada, coprotagonizada por Nicole Kidman y Eva Green, y el año siguiente en Flashbacks of a Fool, dirigida por Baillie Walsh.

Entre los créditos teatrales de este distinguido actor de teatro se encuentran papeles protagónicos en “Hurlyburly” con la Peter Hall Company en el Old Vic, “Angels in America” en The National Theatre, y en “A Number” representada junto a Michael Gambon en el Royal Court.

Entre los numerosos y notables créditos de Craig en televisión se encuentran: la adaptación de la BBC de la premiada “Copenhagen,” de Michael Frayn, “Our Friends in the North,” “Sword of Honour,” “The Ice House,” “The Fortunes and Misfortunes of Moll Flanders,” “Kiss and Tell,” “Sharpe’s Eagle,” y la película en dos capítulos de la BBC “Archangel,” basada en el libro homónimo de Robert Harris.

ROONEY MARA (Lisbeth Salander) comenzó su carrera hace unos cuantos años cuando se matriculó en la New York University. Desde entonces, Mara ha conseguido varios papeles en películas independientes, como Dare y The Winning Season, ambas estrenadas en la edición de 2009 del Festival de Cine de Sundance.

Mara coprotagonizó la última entrega de Pesadilla en Elm Street con Jackie Earle Haley y Thomas Dekker, y Youth in Revolt con Michael Cera. Interpretó asimismo el personaje protagónico, Francesca, en Tanner Hall, dirigida por Francesca Gregorini y Tatiana von Furstenberg y presentada en el Festival de Cine de Toronto en 2009. En 2010 Mara interpretó a la ex novia de Mark Zuckerberg, en La red social de David Fincher.

Mara es fundadora de una organización sin ánimo de lucro llamada Uweze, que proporciona cuidado crítico y asistencia a huérfanos que viven en la pobreza en Kibera, Kenia.

CHRISTOPHER PLUMMER (Henrik Vanger) ha disfrutado de una carrera que abarca casi 60 años, convirtiéndose en uno de los actores teatrales más respetados y un veterano de más de 100 largometrajes.

Criado en Montreal, Plummer comenzó su carrera profesional en el teatro y en la radio tanto en francés como en inglés. Tras su debut en Nueva York en 1954, trabajó en muchas producciones célebres en Broadway y en el West End londinense, cosechando reconocimientos a ambos lados del Atlántico. Plummer ha recibido dos premios Tony® por el musical “Cyrano” y por “Barrymore”, además de siete nominaciones, la última por “El Rey Lear” (2004) y por su representación de Clarence Darrow en “Inherit the Wind” (2007). También ganó tres premios Drama Desk y la medalla del National Arts Club.

Plummer es un antiguo miembro del Royal National Theatre, bajo la dirección de Sir Laurence Olivier, y de la Royal Shakespeare Company, bajo Sir Peter Hall, y recibió el premio London’s Evening Standard al Mejor Actor por “Becket.” Lideró el Festival canadiense de Stratford en sus años formativos bajo Sir Tyrone Guthrie y Michael Langham. Plummer es ampliamente reconocido en la actualidad como uno de los mejores actores clásicos de su época.

Desde que Sidney Lumet introdujo a Plummer en la gran pantalla con Stage Struck (1958), figuran en su haber una serie de películas notables como El hombre que pudo reinar, La batalla de Inglaterra, Waterloo, La caída del imperio romano, Star Trek VI – Aquel país desconocido, Doce monos y la ganadora del Oscar® en 1965 Sonrisas y lágrimas. Más recientemente, Plummer apareció en el drama nominado al Oscar® El dilema, como Mike Wallace, un papel por el cual ganó el premio National Film Critics. Entre otros créditos cinematográficos se encuentran el drama ganador del Oscar® Una mente maravillosa, Man in the Chair, … Y que le gusten los perros, La búsqueda, Syriana y Plan oculto.

En sus casi 100 apariciones televisivas se encuentran la producción de la BBC nominada al premio Emmy® “Hamlet at Elsinore,” en el papel titular, y otras producciones ganadoras del Emmy® como “The Thornbirds,” “Los juicios de Núremberg” y “Little Moon of Alban.” El propio Plummer ha ganado dos Emmys® de sus seis nominaciones a dicho premio. También ha escrito para teatro, televisión y salas de conciertos.

Además de ser reconocido en el Reino Unido, Estados Unidos, Austria y Canadá, Plummer fue el primer actor en recibir el premio Jason Robards, en memoria de su gran amigo actor. También ha recibido el premio Edwin Booth y el premio Sir John Gielgud Quill.

En 1968, en una ceremonia autorizada por la Reina Isabel II, Plummer fue investido como Compañero de la Orden de Canadá (una orden de caballeros honoríficos). Fue admitido en Theater Hall of Fame en 1986 y pasó a formar parte del Paseo canadiense de la Fama en 2000. Doctor Honorífico de Bellas Artes de Julliard, Plummer recibió el premio al reconocimiento a toda una vida, el Lifetime Achievement del Gobernador General, en 2000.

Las memorias recientes del actor, publicadas bajo el título In Spite of Myself (Knopf), han sido laureadas tanto por críticos como por lectores.

Entre los proyectos más recientes de Plummer se encuentran las películas animadas Up, 9, y My Dog Tulip, que han recibido excelentes críticas, al igual que el papel titular en El imaginario del Doctor Parnassus, dirigida por Terry Gilliam. En 2010, recibió su primera nominación al Oscar® por su interpretación del gran novelista Tolstoy, junto a Helen Mirren, en La última estación. A continuación estrenó Beginners (Principiantes), de Mike Mills. La película fue aclamada por la crítica en todo el mundo.

Oriundo de Suecia, STELLAN SKARSGÅRD (Martin Vanger) es considerado uno de sus mejores actores de cine y teatro. Comenzó su carrera con la Compañía Real de Teatro Dramático en Estocolmo, donde estuvo 16 años trabajando con directores tan eminentes como Alf Sjoberg e Ingmar Bergman. Su gran oportunidad llegó en 1982 con un papel en la película sueca The Simpleminded Murderer por el que recibió el premio a Mejor Actor en el Festival de Cine de Berlín.

Además de las mas de 30 películas que ha protagonizado en Suecia, en el haber de Skarsgård también se cuentan títulos como La insoportable levedad del ser, La caza del octubre rojo, The Ox (nominada al Oscar® por Mejor Película Extranjera), Rompiendo las olas (que recibió el Gran Premio en la edición de 1996 del Festival de Cine de Cannes) y la película noruega Insomnia.

Skarsgård ha sido galardonado con premios del Festival de Cine de Berlín, de la industria cinematográfica sueca, el Festival de Cine de Rouen, el Festival de Cine de Chicago, el Festival de Cine de San Sebastián, y el Festival de Cine de Telluride. Fue galardonado con el premio Best European Achievement in World Cinema (1998).

Recientemente lo vimos en Thor frente a Chris Hemsworth y Natalie Portman; y repetirá éste papel en Los vengadores de Marvel Studios (dirigida por Joss Whedon). También trabaja en Melancolía de Lars von Trier, estrenada recientemente en el Festival de Cine de Cannes.

Además, ha participado en otros éxitos como Ángeles y demonios, Mamma Mia!, la segunda y tercera entrega de la franquicia Piratas del Caribe y en El indomable Will Hunting.

STEVEN BERKOFF (Frode) es un actor británico aclamado internacionalmente que continua deleitando a espectadores en todo el mundo. Entre los numerosos créditos cinematográficos de Berkoff se encuentran desde La naranja mecánica, Barry Lyndon, o Octopussy, hasta Superdetective en Hollywood además de más de cuarenta largometrajes más. Recientemente trabajó en The Tourist, frente a Angelina Jolie y Johnny Depp.

Como director, Berkoff ha montado numerosas producciones en todo el mundo desde Los Ángeles a Nueva York, pasando por Europa y Australia. Las interpretaciones de Berkoff lo han hecho destacar y ha sido galardonado con muchos reconocimientos, entre ellos premios del Drama Circle de Los Ángeles, y premios Weekly Drama de Los Ángeles, y el reconocimiento del Festival de Cine de Edimburgo. Recientemente Berkoff fue nominado al premio de la Theatrical Management Association del Reino Unido por dirigir On the Waterfront, una obra teatral representada en el prestigioso Haymarket Theatre en el West End londinense en la que además interpretó el papel protagonista de Johnny Friendly.

Berkoff también ha protagonizado numerosas series y películas de televisión, entre ellas “Los Borgia” para Showtime.

Robin Wright (Erika Berger) se puso recientemente bajo las órdenes de Bennett Miller en Moneyball: rompiendo las reglas, basada en la historia verídica de Billy Beane, el manager general de los Oakland A’s.

Entre otras producciones recientes de Wright se encuentran Rampart, de Oren Moverman, junto a Woody Harrelson y Sigourney Weaver, y The Congress, la adaptación de Ari Folman de la novela de Stanislaw Lem, The Futurological Congress .

Wright constantemente cosecha buenas críticas por los papeles que interpreta, por ejemplo el de Pippa Lee en 2009 En La vida privada de Pippa Lee de Rebecca Miller, con Julianne Moore, Alan Arkin, Keanu Reeves y Blake Lively. Ese mismo año la vimos en el clásico navideño Cuento de Navidad, bajo las órdenes de Robert Zemeckis. En 2010, protagonizó el inquietante drama fiscal La Conspiración, de Robert Redford, junto a Justin Long y James McAvoy. Su personaje es Mary Surratt, una mujer declarada culpable de participar en una conspiración para asesinar al Presidente Abraham Lincoln.

Wright ha recibido muchos galardones y reconocimientos por sus extraordinarias interpretaciones a lo largo de todos estos años. Recibió un tributo a toda su carrera en la 35 entrega del Festival anual de cine americano de Deauville y un premio SAG (Screen Actors Guild) como Mejor Actriz de Reparto en 1995 por su inolvidable papel de Jenny en la película de Robert Zemeckis ganadora del Oscar® Forrest Gump. Wright obtuvo su segunda nominación al SAG como Mejor Actriz Principal en Atrapada entre dos hombres, de Nick Cassavetes. Y su tercera nominación a Mejor Actriz en un Telefilme o Miniserie fue en “Empire Falls” de Fred Schepisi. Ha recibido tres nominaciones a los Independent Spirit Awards, por sus interpretaciones en Loved (Por amor), de Erin Dignam, Nueve vidas, de Rodrigo Garcia y Sorry, Haters, de Jeff Stanzler. Además, Wright actuó y trabajó como productora ejecutiva en Virgin, de Deborah Kampmeier, que fue nominada a los Independent Spirit Awards como Mejor Película Debut, también conocido como el premio John Cassavetes.

En su haber figuran otras películas como el clásico de culto La princesa prometida de Rob Reiner; Algo pasa en Hollywood de Barry Levinson; Houndog, de Deborah Kampmeier, en la que además trabajó como productora ejecutiva; La sombra del poder de Kevin Macdonald; Breaking and Entering de Anthony Minghella; Beowulf de Robert Zemeckis; El Detective cantante de Keith Gordon; La flor del mal de Peter Kosminsky; Hurlyburly de Anthony Drazan; El juramento de Sean Penn; Mensaje en una botella de Luis Mandoki; El protegido de M. Night Shyamalan; Moll Flanders: El coraje de una mujer de Pen Densham; Toys (Fabricando ilusiones) de Barry Levinson; y Room 10 para la serie “Reel Women Film Series” de Glamour.

Yorick van Wageningen (Bjurman) nació en Baarn, Países Bajos. Se formó en el Actors Studio de Ámsterdam y trabajó durante los primeros quince años de su carrera exclusivamente en teatro, tanto en los Países Bajos como en Francia. Comenzó su carrera cinematográfica en películas holandesas antes de que Total Loss, dirigida por Dana Nechushtan, fuera seleccionada para el festival AFI en Los Ángeles, gracias a la cual fue conocido en Hollywood. En los últimos diez años van Wageningen ha trabajado con Angelina Jolie en Amar peligrosamente, en Las crónicas de Riddick, Las maletas de Tulse Luper: La historia de Moab dirigida por Peter Greenaway, y en El nuevo mundo, dirigida por Terrence Malick. Recientemente participó en la premiada Oorlogswinter de Martin Koolhoven y ha terminado The Way, dirigida por Emilio Estevez.

Yorick está casado y tiene un perro llamado Atilla.

Joely Richardson (Anita Vanger) se la ha visto recientemente en el cine en como la Reina Isabel I en el largometraje de Roland Emmerich: Anonymous. Tras el estreno de Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres llega el thriller sobrenatural Red Lights con Robert De Niro y Sigourney Weaver a principios de 2012. Richardson acaba de terminar el rodaje de Thanks for Sharing junto a Tim Robbins, Mark Ruffalo y Gwyneth Paltrow en Nueva York. Además, tras el éxito de “Side Effects” de Michael Weller, en off-Broadway, Richardson volverá al teatro en Reino Unido en enero de 2012 como Ellida en “La dama del mar” de Ibsen.

La carrera de Richardson se inició cuando interpretó la versión más joven de su madre en el filme Un pasado en sombras. Tras conseguir un papel principal en el éxito de culto Conspiración de mujeres (1988) de Peter Greenaway, su carrera se amplió con papeles principales en “Poirot,” y en El cuentacuentos, de Jim Henson. Interpretó a una profesora al borde de una crisis nerviosa en 1989 en la serie de Channel 4 titulada “Behaving Badly,” y a la princesa ficticia finlandesa Anna en la comedia de 1991 Rafi, un rey de peso. Un año después trabajó en Resplandor en la oscuridad junto a su futuro cuñado Liam Neeson.

El trabajo de Richardson en sus seis temporadas en “Nip/Tuck, a golpe de bisturí” le merecieron dos nominaciones a los Globos de Oro por su interpretación de Julia McNamara; la serie también recibió un Globo de Oro.

En su haber teatral se encuentran: “El abanico de Lady Windermere” (West End), “Miss Julie” (Almeida), “Macbeth,” “Worlds Apart,” “Every Man in His Humor,” y “El sueño de una noche de verano” (RSC).

Entre otras producciones cinematográficas se encuentran: Mimzy, más allá de la imaginación (Bob Shaye), El misterio del collar (Charles Shyer), El Patriota (Roland Emmerich), Maybe Baby (Ben Elton), 101 dálmatas, más vivos que nunca (Steven Herek), Horizonte final, Lago Ness y Mi querida hermana (Nancy Meckler).

Entre otros créditos televisivos se encuentran: Catherine Parr en “Los Tudor,” “El día de los trífidos” con Dougray Scott para la BBC, “Mentiras que me contó mi madre,” Wallis Simpson en el drama de Company Pictures “Wallis & Edward” con Stephen Campbell Moore, “The Tribe” de Poliakof con Jeremy Northam y Anna Friel, “The Echo,” y el papel titular de la producción de 1993 de “Lady Chatterley” frente a Sean Bean.

ACERCA DE LOS PRODUCTORES

DAVID FINCHER (Director) es director de películas, anuncios, y videos musicales. Su esperanza es que todo ello guste a la gente, pero si no es así, no será por falta de esfuerzo. Ha dirigido Alien 3 (1992), Seven (1995), The Game (1997), El club de la lucha (1999), La habitación del pánico (2002), Zodiac (2007), El curioso caso de Benjamin Button (2008), y La Red Social (2010).

STEVEN ZAILLIAN (Guionista/Productor ejecutivo) recibió un Oscar® por su guión para La lista de Schindler. Su trabajo en el filme también fue reconocido con un premio Writers Guild, un premio BAFTA de la Academia británica, y el premio Humanitas. Entre sus guiones se encuentran, la nominada al Oscar® Despertares, El juego del halcón, Jack, el oso, y American Gangster, en la que además fue productor ejecutivo. Escribió al alimón La Intérprete, Peligro inminente y la nominada al Oscar® Gangs of New York. También escribió y dirigió En busca de Bobby Fischer, la nominada al premio Writers Guild Acción civil, y Todos los hombres del rey.

Este año, además de Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, Zaillian también ha escrito al alimón el guión de Moneyball: rompiendo las reglas.

Ole Søndberg (Productor) nació en 1953 y empezó a producir películas – principalmente documentales – en 1982. En 1987 fundó una empresa con Søren Stærmose dedicada mayormente a largometrajes y series televisivas. Tras comprar los derechos de las obras de los escritores de novela negra Maj Sjöwall y Per Wahlöö, Søndberg y Stærmose produjeron tanto largometrajes como programas de televisión en la década de los 90. Vendieron la empresa en 1998.

En 2002, Søndberg fundó una empresa llamada Yellow Bird con Henning Mankell, un famoso escritor sueco, para producir películas basadas en el personaje de Mankell, Kurt Wallander, dando lugar a una serie sueca, protagonizada por Krister Henriksson como Wallander, y una serie británica protagonizada por Kenneth Branagh. Compró los derechos cinematográficos de los libros de Stieg Larsson en 2005; tras vender la empresa en 2007, actualmente trabaja como productor para la empresa.

Søren Stærmose (Productor) tiene un máster en Literatura & Cine de la Universidad de Copenhague y ha producido películas desde 1985. Empezó con documentales y cortos y se adentró en los largometrajes y la ficción televisiva en 1988, produciendo proyectos como la serie Martin Beck de largometrajes y telefilmes, basada en las obras de los autores suecos de novela negra Maj Sjöwall y Per Wahlöö, la franquicia “Wallander” de largometrajes y telefilmes, basada en el autor sueco conocido internacionalmente Henning Mankell. Recientemente ha producido las versiones en lengua sueca de la Trilogía Millennium de Stieg Larsson: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, y Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire. Søren Stærmose es miembro de la Academia del cine europeo (EFA).

Entre las películas de SCOTT RUDIN (Productor) se encuentran: Extremely Loud & Incredibly Close; Moneyball: rompiendo las reglas; Moonrise Kingdom; La red social; Valor de ley; Greenberg; No es tan fácil; Fantástico Sr. Fox; Julie y Julia; La duda; No es país para viejos; Pozos de ambición; Reprise; The Queen (La reina); Margot y la boda; Diario de un escándalo; Venus; Closer; Team America: La policía del mundo; Extrañas coincidencias; School of Rock (Escuela de rock); Las horas; Iris; Los Tenenbaum: una familia de genios; Zoolander; Sleepy Hollow; Jóvenes prodigiosos; Al límite; South Park: Más grande, más largo y sin cortes; El Show de Truman (Una vida en directo); In & Out; Rescate; El club de las primeras esposas; Clueless (Fuera de onda); Ni un pelo de tonto; La tapadera; En busca de Bobby Fischer; Sister Act: una monja de cuidado; La familia Addams.

En su haber teatral se cuentan: Passion; Hamlet; Seven Guitars; A Funny Thing Happened On The Way to The Forum; Skylight; The Chairs; The Blue Room; Closer; Amy’s View; Copenhagen; The Designated Mourner; The Goat, or Who is Sylvia?; Caroline, or Change; The Normal Heart; Who’s Afraid of Virginia Woolf?; Doubt; Faith Healer; The History Boys; Shining City; Stuff Happens; The Vertical Hour; The Year of Magical Thinking; Gypsy; God of Carnage; Fences; The House of Blue Leaves; Jerusalem; The Motherf**ker with the Hat; The Book of Mormon.

CEÁN CHAFFIN (Productora) ha producido seis de las películas de David Fincher desde que ambos se convirtieran en socios tras coincidir en un anuncio japonés de Coca-Cola en 1992 que ella produjo y él dirigió: The Game, el clásico de culto El club de la lucha, La habitación del pánico, Zodiac, la nominada al Oscar® El curioso caso de Benjamin Button, y La red social, nominada al Oscar® a Mejor Película y ganadora del Globo de Oro a Mejor Película Dramática.

Chaffin también ha producido dos videos musicales ganadores del premio Grammy: “Scream,” de Mark Romanek, por Michael y Janet Jackson, y “Scream,” de David Fincher, por los Rolling Stones.

MIKAEL WALLEN (Productor ejecutivo) comenzó su carrera como contable y auditor con Ernst & Young antes de unirse a MTV Mobile Television en 1990. Trabajó en dicha empresa desempeñando varios cargos durante 14 años, llegando al puesto de director ejecutivo responsable de producciones en Suecia, y posteriormente llegó a ser el director ejecutivo del estudio. En 2004, Wallen se convirtió en el presidente de Zodiak Suecia y actualmente es presidente de Yellow Bird Group.

Wallen trabajó de productor ejecutivo en las películas suecas de La Trilogía Millennium y en la serie televisiva “Wallander.” Entre otras películas, Wallen también ha coproducido cinco episodios de 90 minutos de “Irene Huss,” basados en las novelas negras suecas , y más recientemente ha sido el productor ejecutivo de otros seis telefilmes basados en el personaje. Entre sus títulos más recientes en Suecia se encuentran los largometrajes Nobel’s Will y Headhunters y cinco telefilmes basados en los libros de Annika Bengtzon.

ANNI FAURBYE FERNANDEZ (Productora ejecutiva) comenzó su carrera con Yellow Bird en 2002 como abogada de medios y entretenimiento mientras trabajaba en el despacho de abogados Bech-Bruun en Copenhague, la cual le ofreció un puesto de abogada tras obtener su máster en derecho de la Universidad de Copenhague en 1999.

En 2003 y 2004 Anni Fernandez participó en el primer largometraje de Yellow Bird: Wallander, una serie basada en Kurt Wallander, un personaje de las obras de novela negra del escritor sueco Henning Mankell. Los años siguientes siguió colaborando más y más con los proyectos cinematográficos de Yellow Bird y en 2008 le pidieron que se uniera a Yellow Bird como productora ejecutiva.

Actualmente trabaja en la adquisición de material para nuevos proyectos cinematográficos y supervisa la financiación de todas las películas de Yellow Bird, más recientemente la serie en lengua inglesa de Wallander con Kenneth Branagh como Kurt Wallander, la película en lengua noruega Headhunters y la película en lengua sueca Nobel’s Will.

Anni Fernandez ha estado enseñando derecho en la Universidad de Copenhague mientras trabajaba como abogada de medios y entretenimiento y actualmente imparte clases a productores de cine en la Escuela Danesa de Cine.

Tras obtener su Máster en Arte en la Universidad de Estocolmo y un Máster en Bellas Artes en USC School of Cinema Television, BERNA LEVIN (Coproductora) inició su carrera en Tollin/Robbins Productions. No tardó en escalar puestos y trabajar en algunos de los proyectos cinematográficos y televisivos más exitosos de TRP entre los años 2001-2007. En primavera de 2007, Levin decidió regresar a su Suecia natal junto a su esposo para criar a los hijos gemelos de ambos que en aquel entonces tenían 18 meses. Su ausencia del cine no duró mucho ya que le ofrecieron un puesto de trabajo en la productora Yellow Bird Entertainment con sede en Estocolmo tres meses después de mudarse. Levin rápidamente empezó a formar parte de algunos de los mayores proyectos internacionales de la empresa, siendo la aclamada Trilogía Millennium de Stieg Larsson el proyecto más prominente.

Actualmente, Levin es Jefa de Desarrollo en Yellow Bird Entertainment, donde supervisa la adquisición de todos los proyectos nuevos al igual que el desarrollo de toda la gama de proyectos de la empresa. Levin también es una de las productoras de varios de los proyectos de la empresa. Una de sus más recientes responsabilidades como productora es el largometraje basado en la novela Headhunters de Jo Nesbø.

ELI BUSH (Coproductor) trabaja con Scott Rudin. Además de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres, ha coproducido Extremely Loud & Incredibly Close de Stephen Daldry, que se estrenará próximamente este mismo año. También coproduce The Newsroom, de Aaron Sorkin y es el coproductor ejecutivo de The Corrections de Jonathan Franzen y Noah Baumbach– ambas como series que se estrenarán próximamente en HBO. Es el productor asociado de The Book of Mormon, de Trey Parker y Matt Stone, actualmente representado en Broadway.

El director de fotografía JEFF CRONENWETH, ASC (Director de fotografía) es uno de los directores de fotografía más innovadores del panorama actual. En 2011, fue nominado al Oscar® y al premio de la American Society of Cinematographers a la Mejor Dirección Fotográfica por su trabajo en La red social. Sus “inolvidables imágenes” (Peter Travers, Rolling Stone) para el director David Fincher reflejaron el oscuramente ambiguo centro moral de la historia.

Entre el amplio haber cinematográfico de Cronenweth se encuentra El club de la lucha, de Fincher, la cual fue votada recientemente por sus colegas de la American Society of Cinematographers entre las Diez Películas Mejor Rodadas entre 1998-2008. Otras películas a destacar son Retratos de una obsesión de Mark Romanek y K-19: The Widowmaker de Kathryn Bigelow.

Cuando no está rodando largometrajes, Cronenweth sigue ampliando su corpus de trabajo comercial, rodando para directores como Spike Jonze, Michael Haussman, Michel Gondry, Francis Lawrence y David LaChapelle. La campaña comercial de Cronenweth para Mountain Dew recibió en 2001 el premio CLIO a Mejor Dirección Fotográfica. Los videos musicales de Cronenweth también han sido galardonados, recibiendo cinco nominaciones en la categoría de Mejor Dirección Fotográfica a los MTV Music Video Awards y dos premios posteriores por los videos de Macy Gray y Nine Inch Nails.

Natural de Los Angeleno, Cronenweth estudió cine en la University of Southern California y comenzó su carrera profesional como aprendiz de algunos de los mejores directores de fotografía de la industria, entre ellos Sven Nykvist, ASC, John Toll, ASC, Conrad Hall, ASC y su padre, el fallecido Jordan Cronenweth, ASC.

DONALD GRAHAM BURT (Director de producción) suma su cuarta colaboración con el director David Fincher con Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres. Ganó el Oscar®, BAFTA, y el premio Art Directors Guild por su trabajo dirigiendo la producción de El curioso caso de Benjamin Button. También diseñó Zodiac y La red social.
Ha colaborado con Wayne Wang en varias películas, comenzando con El club de la buena estrella, con la que Burt debutó en un largometraje como director de producción. También trabajó en Mi mejor amigo, The Center of the World, y A cualquier otro lugar, todas de Wang. Burt dirigió además la producción del documental It Might Get Loud, de Davis Guggenheim.

Burt diseñó los sets de dos películas de John N. Smith: Padre e hijo y Mentes peligrosas, y también La flor del mal de Peter Kosminsky.

Entre otros créditos se encuentran el thriller aclamado por la crítica Donnie Brasco, de Mike Newell, protagonizado por Al Pacino y Johnny Depp.

KIRK BAXTER, A.C.E. (Editor) nació y se crió en Sídney, Australia. A los 17 años, comenzó su carrera en la industria del cine como editor ayudante en anuncios de televisión. A los 23, editaba anuncios en Londres, Nueva York y Los Ángeles, donde vive actualmente con su mujer y su hija. En 2006, fue invitado a colaborar en su primer largometraje, Zodiac, con el editor Angus Wall para el director David Fincher. Baxter y Wall siguieron editando juntos en El curioso caso de Benjamin Button, por la que fueron nominado a un Oscar®, un Eddie, y un BAFTA. Recibirían los Oscars®, Eddies, y BAFTAs por su edición en La red social.

ANGUS WALL, A.C.E. (Editor) es editor de cine y fundador de Rock Paper Scissors (una empresa de edición comercial), a52 (una boutique de efectos visuales), Elastic (un estudio de diseño), y Datalab (una empresa gestora de producción cinematográfica digital).

Wall creó estas firmas de servicio para cine y televisión en Los Ángeles tras dejar Propaganda Films en 1992, donde trabajó durante tres años. El cofundador de Propaganda fue el director David Fincher.

Wall siguió colaborando con Fincher tras dejar Propaganda en las películas y en los anuncios del director. Recibió un Oscar®, un premio Eddie, y un BAFTA por su trabajo en La red social, y fue nominado al Oscar®, Eddie, y un BAFTA por su trabajo de edición en El curioso caso de Benjamin Button. Previamente editó el drama criminal de Fincher acerca del infame asesino en serie: Zodiac, y el thriller La habitación del pánico. Fue consultor editorial en su película El club de la lucha y el editor principal del thriller Seven, también de Fincher. Además, ha editado Hostage de John Woo y el tráiler y los anuncios de La Guerra de las Galaxias: Episodio I – La amenaza fantasma de George Lucas en 1999.

A principios de año, Wall recibió el premio Emmy al Mejor Diseño de Títulos de Crédito por su trabajo diseñando y dirigiendo las secuencias de créditos en “Juego de tronos,” de HBO.

Además ha editado cientos de anuncios para marcas internacionales como “Beer Run” de Heineken con Brad Pitt y “Speedchain”, de Nike, ambos dirigidos por Fincher. Recibió un Emmy por la secuencia de créditos de “Carnivale”, de HBO, la cual diseñó y dirigió. Entre su haber comercial se encentra: el anuncio de “Alternative Fuels” de Miller, dirigido por Errol Morris; “Y2K” de Nike, dirigido por Spike Jonze; “Kung Fu” de Timex, del director Tim Burton; y “Second Day” de Levis, dirigido por Gus Van Sant.

TRISH SUMMERVILLE (Diseñadora de vestuario) vuelve a formar equipo con David Fincher en Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres tras colaborar juntos en varios proyectos. Su primera colaboración con Fincher fue como diseñadora de vestuario ayudante en su película The Game; se reunieron tres años después cuando Summerville comenzó a colaborar con el director en diversos proyectos. Summerville fue nominada a un premio del Costume Designers Guild por su trabajo en el anuncio “Fate” de Nike que dirigió Fincher.

Además de diseñar el vestuario de tres largometrajes independientes y la serie televisiva “Wasteland,” el trabajo de Summerville en vestuario y moda abarca desde videos musicales y anuncios a giras musicales, a entrevistas con prensa y apariciones en la alfombra roja. Entre sus numerosos créditos de videos musicales se encuentran: “Just Like a Pill,” de Pink, dirigido por Francis Lawrence, y “Sober,” dirigido por Jonas Åkerlund; ha recibido tres premios Video Music por su trabajo. Ha trabajado varias veces con Christina Aguilera, Ricky Martin, Michelle Branch, y muchos artistas más. En televisión, ha diseñado el vestuario de anuncios de empresas muy diversas, como Heineken, Diet Coke, Nike, Chevy, Softbank, Tanqueray, Volkswagen, o Apple.

Recientemente Summerville se ha convertido en la primera diseñadora de vestuario en diseñar una colección limitada para H&M, con prendas inspiradas por Los hombres que no amaban a las mujeres y Lisbeth Salander.

TRENT REZNOR (Compositor) fue galardonado con un Oscar® y el Globo de Oro por su primera banda sonora para un largometraje en La Red Social, de David Fincher. Reznor colaboró en dicha composición con Atticus Ross.

Reznor es un compositor, músico y productor americano y miembro en solitario del espectáculo Nine Inch Nails, que ha alcanzado el múltiple platino. Entre las anteriores contribuciones cinematográficas de Reznor se encuentran las bandas sonoras de Carretera perdida, de David Lynch y Asesinos natos, de Oliver Stone. Los esfuerzos pioneros del propio Reznor de integrar e involucrar a la extensa comunidad en Internet de NIN mediante los medios sociales y otras plataformas han establecido nuevos estándares.

Reznor comenzó a crear su propia música de niño en Pennsylvania, primero en el piano y luego en otros instrumentos. Eventualmente se mudó a Cleveland, Ohio, donde consiguió un empleo en un estudio de grabación de la zona como ingeniero ayudante y limpiador, y en sus ratos libres en el estudio grababa su propio material.

Esas grabaciones se convirtieron en el primer álbum de Nine Inch Nails, titulado “Pretty Hate Machine”, de 1989. NIN no tardó en hacerse con la reputación de ser uno de los mejores espectáculos en vivo de rock y se sumó a la gira inaugural de Lollapalooza en 1991. El disco EP “Broken” siguió en 1992, por el que NIN recibió su primer premio Grammy. (NIN ha recibido doce nominaciones y ha recibido dos premios Grammy).

En 1994, se lanzó el innovador disco “The Downward Spiral” con éxitos que sonaron en la radio como “Closer” y “Hurt.” El controversial y aclamado video musical de “Closer” fue dirigido por Mark Romanek y es uno de los pocos videos musicales incluidos en la colección permanente del Museo de Arte Moderno en Nueva York. Cinco años después se lanzó el siguiente álbum de NIN, “The Fragile.” El disco doble debutó en el número uno. En 2002, “Hurt” fue versionada por Johnny Cash y fue aclamada por la crítica; fue uno de los últimos éxitos de Cash antes de su muerte.

El siguiente álbum de NIN, “With Teeth,” también consiguió el número uno en 2005, al igual que el sencillo “The Hand That Feeds.” David Fincher dirigió el video de “Only,” el segundo sencillo de “With Teeth.”

El disco conceptual “Year Zero” se lanzó en 2007 junto a un juego ARG (juego de realidad alternativa) que lo acompañaba. Reznor ha desarrollado “Year Zero” convirtiéndolo en una miniserie de HBO/BBC actualmente en preproducción.

En 2008, libre de obligaciones contractuales, NIN lanzó “Ghosts I–IV,” un álbum de 36 canciones que marcan el primer lanzamiento independiente de NIN. Poco después lanzó “The Slip,” un álbum que se puede descargar gratuitamente.

A lo largo de su carrera Reznor ha recopilado un sinfín de créditos de producción y remezclas, colaborando con David Bowie, produciendo a Saul Williams y descubriendo y produciendo a Marilyn Manson.

Actualmente Reznor trabaja como miembro del grupo How to Destroy Angels, continua trabajando en Nine Inch Nails, y componiendo la banda sonora de futuros proyectos cinematográficos.

ATTICUS ROSS (Compositor) colaboró recientemente en la banda sonora de David Fincher en La Red Social con Trent Reznor, y ganó un Oscar® y un Globo de Oro por su trabajo en dicho filme.

Ross comenzó a componer para el cine en 2004 después de que los Hermanos Hughes le ofrecieran componer su serie de televisión “Touching Evil.” Desde entonces ha colaborado con ellos en dos proyectos más: su viñeta en la película independiente New York, I Love You y The Book of Eli. La banda sonora de El libro de Eli recibió el premio de cine BMI y fue nominada a Descubrimiento del año en la edición del 2010 de los premios World Soundtrack.

Además de la música para La Red Social y Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, Ross y Reznor comparten un largo historial de colaboración. Trabajó como coproductor en los últimos cuatro discos de Nine Inch Nails: “With Teeth,” “Year Zero,” “Ghosts,” y “The Slip.” Trabajaron juntos en otros proyectos entre ellos Jane’s Addiction, Saul Williams y Zach de la Rocha. En julio de 2010, lanzaron un disco EP conjunto de su nueva banda, How to Destroy Angels, en la que aparece la mujer de Reznor, Mariqueen. Además de trabajar con Reznor, ha producido o remezclado a muchos artistas como Grace Jones, Korn, Telepathe, Coheed, o Perry Farrell, entre otros.


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