Revista Cultura y Ocio

El dilema de una universidad investigadora moderna con una tradición cristiana de siglos (la KU Leuven)

Publicado el 21 octubre 2010 por Rene Aga @RAVAZE
A raíz de la concesión del premio Nobel de medicina a Robert Edwards por la fertilización in vitro El dilema de una universidad investigadora moderna con una tradición cristiana de siglos (la KU Leuven)(fiv), que la Santa Sede ha desaprobado, ha surgido de nuevo el debate sobre la K de KU Leuven (la K de “Katholieke” “Católica”), en el seno de la Universidad Católica de Lovaina, que tiene una tradición cristiana de seis siglos. La universidad quiere mantener ese carácter cristiano, pero no la K a toda costa. La cuestión surgió por primera vez hace cuatro años, cuando la KU Leuven fichó a Catherine Verfaillie, antigua estudiante de Lovaina, que había conseguido fama internacional por sus investigaciones con células madre en la Universidad de Minnesota en EEUU, donde fue directora del Stem Cell Institute desde 1999 a 2006. Ella dirige actualmente el Stamcel Instituut (Instituto de Células Madre) de la Universidad de Lovaina.

También entre el clero hay discrepancias con el Vaticano. El pasado 10 de Octubre, en su homilía de la misa dominical emitida por la televisión flamenca VRT desde la Iglesia de la Virgen del Buen Socorro en Bruselas, el sacerdote Johnny De Mot se pronunció a favor de la fertilización in vitro, considerada “inmoral” por el Vaticano. “Jesús lo dice claramente: no se trata de reglas menores, no se trata de un ritual”, proclamaba el sacerdote, “Se trata de la vida, y está bien si ésta puede celebrarse en un ritual. La vida está por encima de las reglas”. Y continuaba: “Si un padre y una madre han intentado durante años tener hijos y si al final vía la fiv por fin llega un niño, entonces hay alegría para toda la sociedad, en la que participamos también nosotros... Porque en cada niño que nace reconocemos el rostro de Dios, también en un niño-fiv y quizás aún más en un niño-fiv”. Cuenta el periódico De Standaard que no es la primera vez que De Mot, que es respetado por todos por sus sentimientos sociales, hace declaraciones que se oponen a la línea trazada por el Vaticano. También había puesto en su día abiertamente en cuestión el celibato obligatorio...

El sacerdote no está solo. Una semana antes, el rector de la KU Leuven, el médico Mark Waer, había reprochado a Roma su inflexibilidad y su toma de decisiones arcaica: “Cada nuevo concepto científico choca con la resistencia del Vaticano... Tenemos un problema con el mando de la Iglesia Católica Romana... Es hora para un nuevo punto de vista...”. Otras personalidades académicas también reflexionan sobre las relaciones de la universidad y la Santa Sede, entre ellas Catherine Verfaillie. El nuevo arzobispo y primado de la Iglesia en Bélgica, André Joseph Léonard, mucho más rígido que su antecesor el cardenal Danneels, reaccionó a las palabras del rector Waer, advirtiendo que no se debe ensanchar el significado de la palabra “católico”, que “podría prestar a confusión”. El arzobispo es también Gran Canciller de la universidad y actúa como enlace entre la universidad y la Iglesia. En la universidad añoran los tiempos de Danneels que fue a Roma con los académicos en 2007 para aclarar el asunto de la investigación con células madre en la universidad. Entonces el rector era Marc Vervenne, un teólogo. Ambos rectores comparten una misma actitud con respecto a la investigación biomédica, pero Marc Waer da menos importancia al mantenimiento la K de KU Leuven, porque puede poner fuertes limitaciones a la internacionalidad de la universidad. Muchos estudiantes, profesores e investigadores opinan lo mismo y dicen que la universidad no pretende cultivar el creacionismo.

Marc Waer manifiesta que la universidad sigue apoyándose en los valores de la fe católica, pero que es difícilmente sostenible mantener una tensión entre la moral rígida romana y las ambiciones biomédicas de la universidad. Dice que la universidad es un centro de pensamiento crítico y que esto no lo va a abandonar bajo ninguna forma. “Seguimos las reglas de la ética médica, pero estas son universales y ciertamente no determinadas por la Iglesia Católica”, aseguró. También ha dicho que “hay los que piensan que somos como algunas universidades americanas que son claramente religiosas. A estos les explicamos que somos una universidad basada en valores cristianos, pero no somos una universidad de la iglesia. No recibimos un centavo de la iglesia”. No pocos opinan que quitar la K sería una pérdida para la sociedad, pero piensan que la que más perdería sería la Iglesia. Ya ocurrió en el 2006 con la Universidad Radbout de Nimega en los Países Bajos que perdió la catolicidad.

El problema con la fiv es, según el Vaticano, que se hace una disociación entre la procreación y el acto conyugal, y que en la fiv los “embriones” defectuosos se descartan y mueren. El quid de la cuestión es saber y ponerse de acuerdo, sobre en qué momento desde la fecundación y hasta el desarrollo del feto aparece un ser humano o una persona. Es el eterno conflicto entre la ciencia y la religión, el progreso de la humanidad y posturas religiosas arcaicas.

Comparando: El huevo es un ser vivo pero no es un pollo. Se desarrollará y se convertirá en un pollo (a condición de no habernos comido el huevo antes).


El dilema de una universidad investigadora moderna con una tradición cristiana de siglos (la KU Leuven)

Por lo que he leído, la fertilización humana tiene lugar por la unión de dos diminutas células: el óvulo y el espermatozoide (seres vivos también) para formar una sola célula, el “cigoto”. Por la multiplicación celular del cigoto tiene lugar el proceso de formación del embrión, la embriogénesis. Primero el cigoto se divide en dos células llamadas blastómeros, luego sigue un proceso rápido de multiplicación de células. A los 3-4 días el cigoto está formado por 8-10 células y llega al útero convertido en decenas de células llamadas mórula. (en la fiv también, cuando el cigoto está formado por 8 células es introducido en el útero). Días después se forma una cavidad en su interior llamada blastocito y se anida en la pared del útero. Su tamaño es ya de unas 200 células. A las tres semanas el embrión mide un milímetro, en esta etapa ya se pueden apreciar unos discos que formarán la columna vertebral. El embrión de 5 semanas mide nueve milímetros, ya se empieza a formar la cabeza y aparecen los miembros. Un embrión de seis semanas mide trece milímetros, se alarga más la cabeza y aparecen unas depresiones que más tarde ocuparán los ojos, se alargan más los miembros y aparecen manos y pies. El embrión de 7 semanas mide 19 milímetros, su corazón empieza a latir, su cráneo y su sistema nervioso empiezan a tomar forma, las glándulas y los pulmones dan muestra de vida. A partir de las 8 semanas de gestación ya no es un embrión, se convierte en feto, su aspecto es el de un ser humano en miniatura, hasta este momento ha completado la etapa más difícil de su desarrollo.

El dilema de una universidad investigadora moderna con una tradición cristiana de siglos (la KU Leuven)
¿Alguien puede certificar o demostrar en cuál de las fases anteriores ha aparecido un ser humano, una persona humana? ¿Dice algo sobre todo esto el Nuevo Testamento? Los evangelistas vivían su época y no podían meterse en elucubraciones filosóficas y científicas de milenios por venir. En los evangelios lo fundamental y permanente es el mensaje del Cristo: el amor a Dios y el amor al prójimo, y los diez mandamientos entre los que está “no matarás”, y sin embargo ha habido cruzadas religiosas en las que se mataron a personas adultas en nombre de la Iglesia. Hoy esto sería impensable en la Iglesia, pero la Iglesia es lenta. La cuestión no está en la actuación científica en sí, sino en cuál es su objeto, en cómo y para qué se utiliza. Allí es donde tocamos a la ética y la moral. Si es para hacer el bien o el mal. Si la fiv se aplica para fines humanos loables o se manipula para fines no éticos, amorales, lucrativos o publicitarios.


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